_
_
_
_
_

Barcelona inmoviliza las motos que hacen un ruido excesivo

Un cambio en la normativa legal permite retener la documentación

La Guardia Urbana ha empezado ya a inmovilizar las motos cuyo motor petardea por encima de lo admisible. Un cambio en la normativa legal permite ahora a los agentes retener el vehículo, llevarlo a los depósitos municipales y obligar al propietario a arreglarlo. Mientras, la documentación es retenida por la Guardia Urbana, que sólo la entrega contra un certificado de que la moto ha sido modificada para eliminar los ruidos innecesarios. En los primeros 10 días, una treintena de conductores han seguido su viaje a pie.

Desde el pasado 20 de marzo, la Guardia Urbana de Barcelona aplica una normativa nueva a las motos ruidosas. La medida, que no se inscribe en una campaña sino que se mantendrá en adelante, es relativamente simple. Un guardia observa el tráfico y cuando aprecia que un vehículo supera los decibelios permitidos (80 para las motos de menos de 50 centímetros cúbicos) avisa a otro que se halla unos metros más allá, el cual da el alto al supuesto infractor. Este segundo agente, provisto de un medidor, comprueba la existencia de la infracción; entonces el vehículo queda inmovilizado y es trasladado a los depósitos municipales, de donde podrá salir para ser reparado. Una vez certificado que así se ha hecho y superada la inspección técnica (ITV), el propietario recupera la documentación.Barcelona tiene un parque de 900.000 vehículos de motor, de los que unos 225.000 son motos. El área de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona está especialmente preocupada por la proliferación de infracciones de los motoristas y ha decidido meterlos en vereda, no tanto con campañas, que una vez superadas quedan sólo en la memoria, como con acciones de continuidad cuyo efecto debe notarse a medio y largo plazo.

La primera de las infracciones que se perseguirán es el ruido, que provoca enormes molestias a los ciudadanos; la segunda será la conducción sobre las aceras, que se ha multiplicado de forma incontrolada en la ciudad. Al mismo tiempo, se busca algún tipo de acuerdo con los repartidores de comida a domicilio, entre los que se ha observado un comportamiento abiertamente incívico. "Hay individuos perfectamente normales que se comportan como energúmenos cuando sienten el motor entre las piernas", afirmó uno de los técnicos municipales, que añadió que el municipio es consciente de que hay faltas de tráfico que carecen de condena social, pero que ése no es el caso del ruido de las motos ni de la conducción sobre la acera.

La nueva normativa tenía que haber entrado en vigor en noviembre y fue aplazada hasta tener garantías sobre su legalidad absoluta. En ocasiones anteriores, medidas para imponer disciplina en materia de tráfico han topado con impugnaciones de asociaciones de automovilistas que han frenado su aplicación. El Ayuntamiento confía en que al menos los firmantes del pacto de movilidad no usen triquiñuelas legales que impidan sancionar comportamientos agresivos.

En los primeros días de aplicación de la norma han sido bloqueadas 27 motos, además de un turismo. Sus propietarios han tenido que superar la ITV para recuperar la documentación del vehículo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_