El Gobierno insta a Ibarretxe a adelantar las elecciones o presentar una moción de confianza

El portavoz del Gobierno en funciones, Josep Piqué, instó ayer al lehendakari, Juan José Ibarretxe, a pronunciarse, ya que "el final de la legislatura del País Vasco está cada vez más cerca" o, al menos, "el actual esquema de equilibrios políticos". Una vez que EH anunciara ayer su abandono del Parlamento de Vitoria, La Moncloa interpreta que Ibarretxe tiene dos salidas para buscar un nuevo equilibrio: moción de confianza o adelanto de las elecciones. Al dejar en manos de Ibarretxe la salida a la crisis, Piqué descartó la presentación de una moción de censura por parte del PP vasco.

El anuncio de Euskal Herritarrok, la marca electoral de Herri Batasuna, de que abandona de manera efectiva el Parlamento vasco es para el Gobierno central un "paso más" en la "explicitación de la ruptura del Pacto de Estella [Lizarra]", proceso que, según Josep Piqué, "está siendo dinamitado por sus propios actores", en referencia a la crisis abierta entre el PNV y EH por culpa del mantenimiento del terrorismo por parte de ETA.Pero, a la salida del Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno puso el acento en la grave crisis que se le ha abierto al lehendakari, Juan José Ibarretxe, al quedarse en minoría, con el apoyo parlamentario exclusivo de su partido, el PNV, y el de Eusko Alkartasuna, que sólo suman 27 de los 75 escaños.

La Moncloa cree que, si EH confirma su inasistencia habitual a la Cámara, se abre "un escenario completamente novedoso" en Euskadi, que "lleva a la imposibilidad de mantener la actual estabilidad del Ejecutivo vasco" y a afirmar que "el final de la legislatura está cada día más cerca".

Mecanismos posibles

Así, el Gobierno, a través de Piqué, invitó a Ibarretxe a utilizar "mecanismos constitucionales" para superar la situación de bloqueo político que se le ha creado. Piqué apuntó tres mecanismos posibles: la moción de censura de los partidos de la oposición, el PP y el PSE; la moción de confianza o el adelanto electoral. Estas dos últimas decisiones corresponden a Ibarretxe. Pero descartó, por el momento, la presentación de la moción de censura por parte de los populares y dejó, pues, en manos de Ibarretxe la salida a la situación.

El Ejecutivo ve muy difícil que Ibarretxe logre apoyos suficientes para sacar adelante una moción de confianza. No la obtendría de su anterior apoyo parlamentario, EH, ni tampoco del PP, que ha roto sus relaciones con él. Sólo sería posible si lograse el respaldo del PSE. Pero Piqué recordó que este partido difícilmente apoyaría a Ibarretxe porque rompió precisamente con el PNV en el anterior Gobierno vasco, tripartito, en 1998, porque los nacionalistas se negaron a jurar la Constitución.

El portavoz del Gobierno ve, por tanto, como salida más viable al bloqueo parlamentario que Ibarretxe adelante las elecciones vascas. "Es plausible pensar en una disolución anticipada", dijo, aunque no vaticinó ninguna fecha. El problema puede ser especialmente grave para el lehendakari a partir del otoño, cuando no tendrá mayoría para aprobar los Presupuestos.

El Gobierno no cree que el adelanto electoral, en su caso, concluya con los mismos resultados en las urnas que hace dos años y se vuelva al bloqueo político. Piqué aseguró que, a la vista de los resultados posteriores en el País Vasco, en los comicios municipales de 1999 y en los legislativas del pasado 12 de marzo, "el mapa electoral vasco está cambiando" a favor de las opciones no nacionalistas.

Así, Piqué insistió en la tesis de Aznar tras su sonora ruptura con el PNV: "Es evidente que el PP se configura como una alternativa real de Gobierno" al PNV en Euskadi, lo que implica "abandonar la concepción tradicional de que el Ejecutivo vasco tiene que estar presidido por un lehendakari peneuvista".

En cuanto a la posibilidad de que el PNV reconsiderase su posición, rompiera con Lizarra y rectificase su estrategia, con lo que quebraría el bloqueo impuesto por el PP y el PSOE, Piqué se mostró muy escéptico.