Los parientes en Miami dicen ahora que están dispuestos a resolver el conflicto en familia
Los parientes de Elián González llevaban cuatro meses retando al padre, Juan Miguel González, a viajar a EE UU para recoger a su hijo, asegurando que aquí se lo entregarían, pero cuando llegó ayer cambiaron las reglas del juego. Después de acusarle de ser una marioneta de Fidel Castro le volvieron a retar para que vaya a buscarlo a Miami si de verdad le quiere. Sin abogados ni Gobierno de por medio para que todo quede en un asunto de familia en el que hagan borrón y cuenta nueva. El coro del exilio cubano que les apoya puso ramos de flores a esa invitación, pero sin enterrar el hacha de guerra.
El exilio admite abiertamente que sus esperanzas se centran ahora en lograr seducir a Juan Miguel para que deserte en EE UU y le puedan meter un gol internacional de imagen a Fidel Castro, que al fin y al cabo es de lo que ha tratado desde el principio la batalla por la custodia de Elián. Si el precio para conseguirlo es tenderle una alfombra roja en las calles de Miami, estarían dispuestos a pagarlo. "Juan Miguel, salva tu alma, salva la libertad, salva a tu hijo, renuncia a Cuba", decía una de las pancartas que portaban ayer los grupos anticastristas apostados frente a la casa del tío abuelo en guardia para evitar que a Elián lo saquen.Si fallara el plan A, pasarían al B, con actos de desobediencia civil, según Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia que lidera la convocatoria a las masas. Mientras los manifestantes se iban congregando a lo largo del día en La Pequeña Habana, en el edifico de la Fiscalía Federal se celebraban las negociaciones clave en toda la saga de Elián.
Los abogados de la familia han ido cambiando las condiciones a medida que se han visto acorralados legalmente. Primero impusieron que fuera un juez el que decidiera y cuando el magistrado falló en su contra apelaron a otro tribunal. El fin de semana pasado sacaron nuevas alegaciones de abuso contra Juan Miguel González, asegurando que mentía a Elián diciéndole que en Cuba le esperaba su madre. Y ahora dicen estar dispuestos a deponer las armas legales si es un equipo de psicólogos el que decide lo que es mejor para Elián.
Por su parte, el Gobierno de EEUU tiene muy claro el fin de las negociaciones: devolver Elián a su padre. Pero los medios para materializarlo son los que están en el aire. La gran pregunta seguía siendo ayer cómo sacarán al niño si la familia se niega a entregarlo voluntariamente en un lugar neutral. La última opción es rescatarlo por la fuerza enviando a los marshals federales. El tío abuelo del niño, Lázaro González, insistía en no entregarlo y al mismo tiempo aseguraba que "acatará las leyes federales y estatales" . En esta última palabra se encierra la estrategia legal de la defensa, cuyo próximo paso sería trasladar el caso a los Tribunales Estatales de Familia de Florida para que sean ellos y no el Gobierno federal los que diriman la custodia. Las posibilidades de que lo logren son casi nulas, ya que este es un caso de inmigración, cuyas decisiones están exclusivamente en manos del Gobierno federal.
La última carta que tienen en reserva, según declaraciones realizadas ayer por los parientes de Miami y sus allegados, es que sea el propio niño de seis años el que decida. "Que elija Elián. Ya veremos si se tira a los brazos de su padre cuando lo vea", subrayaba el portavoz de la familia, Armando Gutiérrez. Y Ninoska Pérez, portavoz de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), reiteraba que "Elián ha dicho que no quiere volver a Cuba". Elián jugaba ayer en el patio de la casa sin hacer demasiado caso a la nube de periodistas instalados en una fila de carpas frente a la casa ni a los manifestantes que se han autoerigido como sus salvadores.
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