La guerrilla chechena anuncia la 'ejecución' de ocho rusos capturados en una emboscada

Uno de los más siniestros episodios de la guerra de Chechenia concluyó ayer con el anuncio por los rebeldes independentistas de que, a las ocho de la mañana, habían ejecutado a ocho soldados del Ministerio del Interior (OMON) capturados el 29 de abril en una emboscada tendida en las montañas del sur de la república caucásica. A esa hora caducaba el plazo fijado por los independentistas para efectuar el canje de sus prisioneros por un coronel ruso procesado por violación y asesinato de una chechena y al que, de ser entregado, esperaba una muerte segura.

La página en Internet de los rebeldes (www.kavkaz.org) hizo ayer pública la lista de víctimas de su expeditiva justicia de guerra, con nombres, números de identificación y graduación. Se trata de tres soldados rasos, cuatro sargentos y un alférez, procedentes de la región de Perm (en los Urales), al igual que la mayoría de los otros 43 militares que murieron en la misma emboscada. Aún hay que sumar otro, capturado también por los chechenos, que afirman que no tenía ninguna identificación y que murió la noche del 3 al 4 de abril por las heridas sufridas en el combate."La parte chechena", aseguraba el comunicado rebelde en Internet, "está dispuesta a intercambiar los cadáveres de los policías de Perm por los wahabíes heridos y prisioneros de los agresores. Debe hacerse en los próximos dos o tres días porque no se pueden conservar más tiempo los cadáveres sin enterrar". No parece probable que se acepte esta otra oferta de canje, aunque eso permitiría saber si es cierta la versión del Servicio Federal de Seguridad, que ayer recogía el diario Kommersant, de que, en realidad, los nueve rusos murieron hace varios días.

Según el periódico, el rastreo de las comunicaciones por radio permitió el pasado domingo captar una conversación entre los comandantes Jatab y Jabib en la que el primero, lugarteniente de Shamil Basáyev, pedía al segundo, que supuestamente capturó a los efectivos del OMON, que se preparase para un intercambio de prisioneros. La respuesta de Jabib fue: "La situación se complicó y los matamos a todos".

Fuentes de la Fiscalía General rusa dudaban al caer la tarde de ayer de que la ejecución se hubiese producido realmente y aseguraban que dos de los incluidos en la lista fueron identificados entre los cadáveres recuperados tras la emboscada. De confirmarse (lo que parece lo más probable), la ejecución no sólo sería una salvajada, sino también un grave error político de la guerrilla independentista. Si los miembros del OMON hubiesen caído en combate, incluso si su muerte se hubiese presentado como resultado de la emboscada, el efecto negativo sobre el crédito residual de los rebeldes habría sido infinitamente menor.

Este acto de crueldad rescata el recuerdo de que, antes de que las tropas rusas iniciasen la "operación antiterrorista", en Chechenia se secuestraba, se asesinaba y se torturaba de forma casi rutinaria. Todo el mundo sabe, y los guerrilleros los primeros, que gran parte de los soldados que combaten en Chechenia son unos pobres desgraciados enviados allí a la fuerza o que querían escapar de la miseria.

La ejecución ha puesto dramáticamente de manifiesto una vez más que en esta guerra vale todo, y viene que ni pintada a Rusia en un momento en que las denuncias de atrocidades cometidas por sus tropas en Chechenia la están sentando, por ejemplo, en el banquillo de los acusados de Naciones Unidas, el Consejo de Europa, la Federación Internacional de Derechos Humanos, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

Ayer, Mary Robinson, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, presentó en Ginebra ante el comité correspondiente un informe sobre lo que vio y oyó durante un viaje de cinco días a Moscú y el Cáucaso, tras el cual propuso la creación de una comisión independiente rusa que investigue las atrocidades cometidas por las tropas federales en Chechenia. La ex presidenta de Irlanda reconoció que también en el bando checheno se cometen graves abusos, pero recordó que, por su cargo, está obligada a vigilar el cumplimiento por los Gobiernos de sus obligaciones internacionales.

Hoy, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa debatirá el mismo tema entre propuestas de poner en marcha el mecanismo para la expulsión de Rusia y la denuncia ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.

Mañana, por fin, una delegación de la Unión Europea llegará a Moscú. Javier Solana, máximo responsable de política exterior, y Jaime Gama, jefe de la diplomacia de Portugal (presidente de turno de la UE), encabezarán la misión, que al parecer será recibida por Vladímir Putin.