Rusia lanza con éxito la misión tripulada que reparará la estación Mir Los astronautas arreglarán una fuga de aire
Los astronautas Serguéi Zaliotin y Alexandr Kaleri partieron desde el cosmódromo de Baikonur, en las estepas de Kazajstán, rumbo a la Mir. El exitoso lanzamiento de la Soyuz PM-30 se produjo en la madrugada de ayer y el acoplamiento a la envejecida estación orbital rusa está previsto para mañana. Los fontaneros deberán poner a funcionar la Mir, solucionar una fuga de presión y prepararla para que pueda ser explotada comercialmente por la MirCorp, la sociedad formada gracias al millonario estadounidense Walt Anderson.
La reanimación de la Mir ha sido posible gracias a la creación en febrero pasado de MirCorp, sociedad de la que forma parte, entre otras firmas, Energía, la dueña de la estación orbital. "Este lanzamiento significa una nueva oportunidad de vida para la Mir", declaró ayer en Baikonur Yuri Semiónov, presidente de Energía.Todo depende ahora de MirCorp: si ésta logra reunir fondos para una nueva expedición, entonces dentro de mes y medio otra nave tripulada será lanzada rumbo a la estación orbital. En caso contrario, la Mir será puesta en régimen de conservación y nuevamente penderá sobre ella la amenaza de ser hundida en el Pacífico.
La MirCorp tiene planes para invertir 200 millones de dólares (casi 35.000 millones de pesetas) para convertir la Mir en un hotel espacial y adaptarla a diversos proyectos comerciales, que van desde publicidad hasta la producción industrial en órbita. El presidente de MirCorp, Jeffrey Manber, ve con optimismo la explotación de la Mir. "El complejo orbital ruso es una casa cósmica sin precedentes, que se encuentra en un excelente estado técnico. No debe ser hundido por ningún motivo", declaró. Los dirigentes de la sociedad desean sacar a bolsa a MirCorp, y calculan que la estación orbital rusa cuesta hoy entre 2.000 y 4.000 millones de dólares. Pero deben darse prisa: diseñada para 5 años de vida útil, la Mir ya lleva más de 14 en el espacio y los especialistas piensan que podrá funcionar otros cinco.
La primera tarea de los fontaneros Zaliotin y Kareli será tratar de solucionar la fuga de aire que tiene la Mir y que la última tripulación fue incapaz de localizar. Para ello, una nave de carga Progress llevó a principios de febrero pasado oxígeno en cantidades suficientes para restablecer la presión en el interior de la Mir.
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