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Entrevista:TEO SANTOS - SINDICALISTA DE Erne

"Es verdad que la Ertzaintza está fallando contra la 'kale borroka"

Teo Santos es responsable del gabinete de estudios del sindicato Erne, mayoritario en la Ertzaintza (policía autónoma vasca). Crítico con la política del Departamento del Interior del Gobierno vasco, reconoce que la Ertzaintza "está fallando" contra la kale borroka (lucha callejera). Hasta el fin de marzo se habían contabilizado 145 actos violentos en Vizcaya y 123 en Guipúzcoa.Pregunta. La violencia callejera se ha recrudecido en las últimas semanas. ¿Cómo interpreta esa revitalización?

Respuesta. No hay una revitalización, sino que siempre actúa según interesa a la estrategia del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco [MLNV]. Lo que ocurre es que ha habido un cambio de estrategia. Ahora, la kale borroka actúa por zonas, últimamente se ha pretendido trasladar a Vitoria. Además, antes se dirigía hacia cargos muy determinados y ahora también ataca a familias de cargos políticos y sus conocidos, y en algún caso, se equivocan. Pero, sólo en algún caso, porque habitualmente está planificada.

P. No tiene duda de que están organizados.

R. Así lo planteamos en Erne. Y, como tal delito o crimen organizado, debería conllevar una investigación. La tarea de la policía no ha de ser sólo reactiva porque, antes de actuar, ha habido confección de bombas incendiarias y no se ha sabido. Y eso no lo hace sólo una persona. Es ahí donde la policía, y me refiero a todos los cuerpos, no ha sido eficaz.

P. ¿Quiere decir que no se investiga lo que hay detrás?

R. Desde luego que no se están haciendo las cosas bien. Si se juntan 50 o 60 personas en Getxo a las doce del mediodía y no hay reacción policial previa, algo está fallando. Estamos fallando.

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P. ¿Hay una decisión política de acabar con la violencia callejera?

R. No se dio a la violencia callejera la importancia que tenía. Con la pretension de "vamos a mirar los famosos puentes de diálogo" se ha hecho mala utilización por determinada gente. Y, ante la proliferación y ascendencia de esta kale borroka, no se reaccionó de manera adecuada. Y así, se hablaba, y se habla de los chicos de la gasolina, los muchachotes, etcétera. Hasta que llegó un momento en el que formal e institucionalmente sí se dio esa importancia. El anterior consejero del Interior [Juan María] Atutxa y el actual [Javier] Balza siempre dijeron que la violencia callejera era prioridad del departamento, pero los pronunciamientos hay que avalarlos con datos, y no son las detenciones, sino la investigación de toda esa estructura de organización que da cobertura a la kale borroka.

P. ¿Qué falla? ¿Decisión de los mandos? ¿Hay miedo?

R. La kale borroka es una de las prioridades de la Ertzaintza. Así que la filosofía es clara, pero la estrategia no lo es tanto. ¿Por qué se desmantelaron los grupos de la Ertzaintza que trabajaban en el tema de la kale borroka si eran necesarios? Si es una prioridad, dótese de recursos y que tengan resultados, pero desde el ámbito democrático.

P. ¿Se puede deducir, y coincidiría con las quejas de muchos ertzainas en privado, que ciertos jefes, en algunas comisarías serían demasiado benévolos?

R. El ambiente que se crea en determinadas unidades sí facilita o no determinado tipo de trabajo. Hay fallos de estrategia y lo hemos denunciado. No hay coherencia entre lo que se dice, esa prioridad política, con las estrategias que se aplican. No la hay.

P. ¿Qué estrategia hay que aplicar para acabar con esa sensación de que no se hace nada?

R. Los ertzainas nos estamos esforzando, pero no somos eficaces así que lo que hay que hacer es cambiar el método . Si se quiere acabar con la kale borroka hay que reorganizar los servicios de policía que había antes y que mostraron su eficacia.

P. ¿Se sienten desprotegidos los ertzainas?

R. Pueden estarlo por ese desbarajuste que hay, porque no hay coherencia interna [en la política del Departamento de Interior]. Se dice una cosa, se hace otra.

P. ¿Habría que cambiar las leyes para que los delitos de los jóvenes violentos no quedaran impunes?

R. No hace falta cambiar las leyes, que son suficientemente taxativas ya que se puede castigar a ocho años de cárcel por llevar una bomba incendiaria. Lo que hay que hacer es aportar las pruebas suficientes y sólidas; otra cosa es que luego un juez imponga una multa de dos mil duros por pegar a un ertzaina. Los tribunales del País Vasco también se han concienciado.

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