_
_
_
_

Almodóvar anuncia que los hombres van a ganar protagonismo en su cine El director da por zanjada la etapa del Oscar con una maratoniana conferencia de prensa

Unos 300 periodistas, numerosas preguntas peregrinas, un Almodóvar bromista y despejado, y el Oscar presidiendo la puesta en escena. Así fue, más o menos, la esperadísima rueda de prensa pos-Hollywood del director manchego, un maratoniano tercer grado con el que Almodóvar da por cerrada la etapa de Todo sobre mi madre. Ahora toca volver a la vida normal, ver la tele y trabajar en los tres guiones que tiene entre manos. Hasta que no los termine, el cineasta no dirá cuál es su próximo proyecto. Sí adelantó que, sea cual sea, girará más en torno a un hombre.

Reescribir Paper boy, el guión americano que no le acaba de convencer, y terminar los dos guiones españoles que tiene por la mitad y de los que no quiso adelantar nada. Ésas son las tres opciones que maneja Almodóvar para decidir cuál será su próxima película. Sea cual sea, anunció ayer, girará más en torno a un personaje masculino que las anteriores, y guardará sendos papeles para Antonio Banderas y Penélope Cruz, la pareja que le entregó su primer Oscar el lunes pasado.Parece que hace un siglo, sí, pero sólo han pasado cinco días. Suficiente para que Almodóvar vuelva a ser el de siempre. Listo, irónico, optimista, desmitificador y rápido de reflejos, el director se sometió a todo tipo de preguntas -aunque no hubo referencias a las explosivas declaraciones de Fabio McNamara sobre su vida sexual en común- y respondió con su desparpajo habitual.

A casa

Lo primero que quedó claro es que el director quiere dar por cerrada de una vez esta larguísima etapa de Todo sobre mi madre. "Comprendo que la gente esté saturada, ha sido una sobreexposición absoluta. Ahora sólo quiero volver a la vida normal: estar en casa, ver la tele, ir al cine, ver a los amigos...".

Enseguida le preguntaron cómo fue la noche del Oscar y cómo durmió. Almodóvar contó que le costó mucho caer, que durmió con la conciencia muy tranquila y con la sensación del deber cumplido, pero sin meter la estatuilla en la cama: "Metí una estatua de carne y hueso".

El cineasta explicó que fue una noche técnicamente difícil: la ciudad colapsada, 300 personas esperando las limusinas a la vez, las fiestas abarrotadas... Y en cuanto a la gala, dijo: "Sólo me puse nervioso cinco minutos, antes de que anunciaran el premio. Pero cuando llegué a casa de Antonio y por fin me relajé, me quedé cinco horas catatónico".

Luego le preguntaron si el Oscar cumplía todos sus sueños. Almodóvar se puso casi trascendente y dijo que cada día es un sueño por cumplir, y que la vida de un cineasta no se resume en un Oscar: "Uno hace una película y lo que pasa con ella después tiene mucho menos que ver contigo que con la manera en que la distribuidora la mueva".

Alguien le pidió un balance de su estancia en Hollywood. "Estoy vivo", dijo. "He soportado un año de campaña sabiendo que renunciaba a mi vida y que lo que era bueno para la película era malo para mi salud. He alternado con las celebridades, pero no como mitómano, sino viéndonos en el jardín del hotel, jugando a los bolos, follando. Y he acabado más o menos consciente".

¿Pero volvería a trabajar allí? "Ésa es la cosa. Alternar con las celebrities no te permite saber lo que es trabajar allí, preparar durante meses una película, levantarte a las cinco de la mañana durante varias semanas, luchar porque te permitan hacer el corte final...".

¿Es que le da miedo competir allí? "Competir siempre compites, porque el cine es un mercado. Yo procuro hacer mis películas con las vísceras, con los sentimientos, pero luego las películas se estrenan y empiezan a competir de una forma natural. Con Spielberg y con todos los demás. Yo creo que España compite cada vez con más fuerza con las grandes películas de Estados Unidos. Los espectadores españoles han perdido el complejo de inferioridad de la españolada".

Pero hablando de Todo sobre mi madre, Almodóvar se mostró dubitativo y humilde. "No sé si es mi mejor película o no. Las trece que he hecho tienen momentos que me gustan mucho y otros que no. Dentro de 20 años se podrá decir cuál es la mejor".

El discurso inaudible

Acompañado por una Marisa Paredes deslumbrante, una Antonia Sanjuán muy calladita y un Eloy Azorín tímido y simpático, Almodóvar tuvo ayer ocasión de aclarar por fin los entresijos de su fallido discurso de agradecimiento del Oscar. Tras reconocer que, "como es normal", estaba tenso cuando subió al escenario, explicó por qué le cortaron el micrófono: "Evidentemente, me cortaron, lo cual significa que el Oscar a la película extranjera, como el del corto o el del documental, no interesa nada a la mayoría de espectadores que ven la gala por televisión".

Después, pasó a contar el discurso que llevaba previsto. "Quise dedicárselo a un montón de gente. Primero, a mis hermanas, que habían hecho una campaña especial poniendo velas a todos esos santos que cité. Luego, a la gente de Sony Pictures, que son los que más han luchado por el Oscar, porque si no te mueves bien allí, estás perdido. También a las actrices y actores que participan en la película. Y, por fin, a la lengua española, que es en la que está hecha la película y que es una lengua que los norteamericanos deben respetar, porque como no se pongan a tener hijos a tutiplén, en diez años en vez de good bye van a decir adiós". Como broche final, Almodóvar le devolvió la puya a Billy Cristal: "¿Y cómo habla español Cristal? Probablemente peor que yo".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_