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Traducidos al catalán un ensayo y una novela de Ben Jelloun

El escritor Tahar Ben Jelloun (Fez, Marruecos, 1944) estuvo en Barcelona para presentar las traducciones de Els nàufrags de l'amor y L'elogi de l'amistat, esta última publicada por Muchnik en castellano y por Empúries en catalán, que también ha editado la primera. Son, en palabras del autor, "una novela de amor" y "un ensayo suave y amable". En Els nàufrags de l'amor, Ben Jelloun describe Nápoles a través de las historias de amor y desamor que sus habitantes cuentan a una dama vieja. En L'elogi de l'amistat, escrito en 1993 y publicado por primera vez en 1996 en francés, el escritor afincado en París retrata a sus amistades, desde los tiempos en que estaba obligado a visitar la escuela coránica hasta la madurez.En Els nàufrags de l'amor, escrita también en primera persona, Ben Jelloun se sirve de la figura de un profesor marroquí, cansado de su vida, de su esposa y de su trabajo, que consigue una beca para ir a Nápoles a escribir su visión sobre la ciudad. Se trata de una huida en la que el escritor protagonista intentará escribir su propio Ulises. Aunque en apariencia Nápoles se eleva como parte fundamental de la novela, se describe también el contraste de su sociedad con la de Marruecos: "Si el corazón de la novela es Nápoles, el envoltorio es marroquí", afirmó Ben Jelloun.

"Nápoles es una ciudad muy novelesca, en la que la ley no acaba de encontrar su sitio y en la que suceden historias muy complicadas que sirven para explicar la condición humana", continuó. Una condición encarnada en unos personajes que se sirven de la vieja ciudad para contar sus penalidades y encontrar "un poco de calor". Todo ello sucede en el marco de un viejo albergue, el Hostal de los Pobres, un inmenso edificio en ruinas al que acude toda suerte de personajes a curarse las heridas de algún amor y que confiere a la novela, según reconoce el propio Ben Jelloun, "un aspecto poco realista".

Amistad

L'elogi de l'amistat constituye un breve recuento de las amistades del autor, de lo que para él constituye el concepto de la amistad: "Un sentimiento absolutamente necesario", afirmó. Un concepto que considera que se ha trivializado y que evoca en el libro de la siguiente manera: "La mirada del amigo debería revelarnos, sin indulgencia, nuestra propia imagen. Ese sentimiento se mantendría, pues, con una reciprocidad inquebrantable, regido por el mismo principio del amor: el respeto que uno se debe a sí mismo para que los demás nos correspondan con naturalidad". Ben Jelloun, según cuenta en el ensayo, ha dado a veces con esta reciprocidad. En otras ocasiones, el escritor deja traslucir cierto sentimiento de impotencia por amistades perdidas o que se han demostrado más débiles de lo que él había creído.

En Italia, donde el escritor ha cosechado un gran éxito, la gente se regalaba el libro para reconciliarse tras una pelea, según cuenta. También para celebrar nuevas amistades.

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