El Congreso chileno aprueba una enmienda constitucional que da inmunidad a Pinochet La coalición gobernante votó dividida, con los socialistas en contra y la DC a favor

El Congreso chileno aprobó ayer por 111 votos a favor, 29 en contra y tres abstenciones, una reforma constitucional que establece un estatuto jurídico especial para los ex jefes de Estado y que la minoría parlamentaria calificó de "doble fuero" para el ex dictador Augusto Pinochet. Mientras los diputados explicaban su voto, dos centenares de personas de las Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos y de Ejecutados Políticos manifestaron su rechazo a la enmienda que consideraron que "consagra la impunidad" para el senador vitalicio.

La reforma otorga, por primera vez en la historia de Chile, un fuero especial a los ex jefes de Estado y también permite que los senadores vitalicios puedan renunciar a su cargo manteniendo la inmunidad y las remuneraciones especiales, lo que según la mayoría a favor de la enmienda abre la puerta para que Pinochet renuncie a su cargo y a la vida política. La sesión estuvo salpicada de recriminaciones mutuas entre los parlamentarios de la coalición que gobierna desde 1990, que votaron divididos la iniciativa. Mientras la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Radical Social Demócrata (PRSD) aprobaron en bloque la iniciativa, salvo tres excepciones, el Partido por la Democracia (PPD) lo hizo parcialmente y el Partido Socialista (PS) votó en contra. Los senadores y diputados socialistas rechazaron la iniciativa puesto que consideran que la enmienda otorga un doble fuero al senador vitalicio Augusto Pinochet, en momentos en que la justicia examina una petición de desafuero en su contra.

Viejas heridas

El ex dictador, que regresó a Chile el 3 de marzo tras 503 días de detención en Londres, afronta en los tribunales chilenos 77 querellas criminales, por las graves violaciones a los derechos humanos que se cometieron bajo su régimen (1973-1990). Aunque el proyecto de ley fue inicialmente aprobado por todos los partidos políticos, el regreso de Pinochet a Chile -que fue recibido como un héroe por el Ejército- reabrió las viejas heridas.

El diputado socialista, Juan Bustos, al explicar el voto de su formación política señaló que "por la trascendencia que tiene el proceso criminal en curso y en el que el Partido Socialista ha presentado dos querellas, creemos que no es dable siquiera en apariencia interferir en la acción de la justicia". Agregó que los socialistas comprenden y respetan las diferencias de opinión con sus colegas democristianos con quienes comparten "idénticos propósitos de verdad y justicia".

El portavoz de la Democracia Cristiana, Miguel Hernández, lamentó y criticó la posición de sus socios en la alianza oficialista. "Es legítimo pensar que no fueron capaces de construir la ecuación del equilibrio entre la razón y la pasión. Esta actitud siembra dudas acerca de los vínculos necesarios para lograr el éxito en el tercer Gobierno de la Concertación", subrayó Hernández.

El diputado rechazó también que la aprobación del fuero a los ex jefes de Estado signifique la "impunidad" para Pinochet mientras su correligionario Ignacio Walker agregó que "confundir fuero con impunidad es una ignorancia contundente". El presidente del PPD, el senador Sergio Bitar, tras recordar que ese partido dejó en libertad de acción a su grupo parlamentario dijo que la "diferencia de opiniones es legítima y no implica diferencias respecto a los valores democráticos ni al rol de la justicia".

Fuero innecesario

"Yo voto en contra porque no concurriré a una reforma cuyo objetivo es enmendar o acomodar una institución que no debe existir", dijo el dirigente del PPD, opinión con la que coincidió su correligionario, el senador Roberto Muñoz Barra, quién agregó que en la tradición histórica de Chile los ex presidentes jamás contaron ni necesitaron fuero. Para la oposición de derecha, sin embargo, la reforma constitucional permite avanzar en el camino de la reconciliación. Así lo manifestó el presidente de Renovación Nacional, Alberto Cardemil, quien la calificó como "un paso trascendente" pues el progreso social y económico "van acompañados de la paz social".

El portavoz del principal partido opositor propuso a todos los partidos políticos la conformación de un gran acuerdo nacional para llegar a una Reforma Constitucional que cierre definitivamente los asuntos pendientes de la transición democrática.

El senador disidente en la Democracia Cristiana, Jorge Lavandero, al votar en contra explicó que lo hacía porque se trata de establecer "un doble fuero para evitar y entablar las 77 querellas" contra Pinochet.