Un juez de Miami desestima la petición de asilo para Elián y dice que debe volver a Cuba
Un tribunal federal de Estados Unidos despejó ayer el camino para que el niño balsero Elián González regrese con su padre a Cuba. El juez Michael Moore desestimó la demanda presentada por los parientes de Miami para que les reconocieran el derecho de pedir asilo político para el niño, y ratificó la decisión de las autoridades de inmigración y de la ministra de Justicia, Janet Reno, de devolver a Elián a su padre. Aunque el dictamen es una gran derrota en su propio terreno de juego para los tíos abuelos, que tienen la custodia temporal en Miami, no equivale sin embargo a una victoria inmediata para el padre en Cuba, ya que los perdedores anunciaron una apelación del fallo. "La determinación de conceder asilo es una potestad discrecional de la ministra de Justicia y ella ha decidido que el padre es el que puede hablar por el niño", concluyó el juez en su resolución de 50 páginas.
En otro apartado señalaba: "Ésta era una demanda con buenas intenciones, pero a la vista de la decisión de la ministra de Justicia, así como de la realidad de que cada día que pasa es otro día perdido entre Juan Miguel González y su hijo, este tribunal sólo espera que ambas partes de este contencioso antepongan los intereses del niño por encima de todo lo demás".
Varias opciones
La decisión, aunque contundente, no es un jaque mate en el ajedrez político legal del caso Elián. Sobre el tapete hay numerosas opciones por ambas partes. Algunas, como forzar la entrega del niño, entraña el riesgo de que el exilio anticastrista se elevante en armas y cumpla su amenaza de sembrar el caos en Miami. Ayer, José Basulto y Ramón Saúl Sánchez, que lideraron las manifestaciones de hace tres meses, dijeron que no convocarían actos de desobediencia civil si la resolución del caso se dirimía en los tribunales. Janet Reno puede devolverlo enseguida. El Gobierno "va a hacer todo lo que debe hacerse, con las consultas propias, para asegurar que el niño se reúne con su padre de manera tranquila, justa y rápida", declaró Reno en Washington, que anunció para las próximas horas una declaración oficial.
Por otra parte, cabe la posibilidad de que el padre se presente en suelo norteamericano a recoger a su hijo. Su abogado, Gregory Craig, (que representó en el caso Lewinsky a Clinton, de quien es amigo de la infancia, y que ha sido pagado por congregaciones religiosas que gestionaron en enero el viaje de las dos abuelas a EEUU) ha informado al Departamento de Justicia de que su cliente viajará a EEUU "cuanto antes".
Los abogados de los parientes de Elián en Miami preparaban ayer la estrategia legal, pero no anunciaron cuál sería el siguiente paso. Probablemente, afirmó Kendall Coffey, uno de los ocho letrados, "se pedirá al juez que reconsidere y si lo deniega, se apelará al 11º tribunal de distrito". Eso podría tardar meses. Si Reno permite que se quede con sus parientes de Miami mientras se resuelve el caso jurídicamente, hay dos cartas que los tíos abuelos de Miami pueden jugar a su favor: la lentitud del sistema jurídico norteamericano y la vigente Ley de Ajuste Cubano, que permite solicitar legalmente residencia al cumplir un año y un día.
Retrasar el proceso para comprar tiempo es la clave, coinciden todos los juristas que han opinado a lo largo del caso. Mientras ayer se dirimía su destino, el niño de seis años que hace cuatro meses vio morir a su madre en un naufragio asistía al colegio Lincoln Martí de Miami. Varios psicólogos infantiles están de acuerdo en que lo mejor para Elián es una resolución rápida y permanente de su custodia. De lo contrario, el reencontrarse con su padre se podría convertir en el reencuentro con un extraño.
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