El joven de Sant Vicenç que mató a su padre alega que actuó en legítima defensa

La juez ordenó ayer el ingreso en prisión de Narciso Aguilar Martínez, de 19 años, acusado de haber matado a su padre, Alejandro Aguilar, de 45 años, el pasado lunes en Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat) después de una pelea, e internó a la novia del supuesto homicida, Ester A. A., de 17 años, en un centro de menores al no poder hacer frente su familia a la fianza fijada. El presunto parricida alegó haber actuado en legítima defensa. Un hermano de Narciso Aguilar aseguró que tanto los hijos de la víctima como su mujer recibían continuos malos tratos.

Narciso Aguilar prestó declaración ayer durante más de seis horas en el Juzgado de Instrucción número 6 de Sant Feliu de Llogregat, que se ha hecho cargo de las diligencias del caso. El joven aseguró que el pasado lunes, acompañado de su novia, fue a casa de su padre -el joven, por desavenencias con su progenitor, vivía desde hacía tiempo en casa de los padres de su novia-, a buscar ropa que todavía guardaba allí. En ese momento, según su relato ante la juez, su padre y él empezaron a discutir fuertemente en la cocina de la vivienda. La pelea verbal subió de tono y, en un momento determinado, Alejandro Aguilar agarró del cuello a su hijo, relató éste, y le propinó un golpe en la cabeza con una sartén. El detenido entonces cogió un cuchillo y se lo clavó varias veces a su padre. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que, efectivamente, el presunto parricida presentaba en el momento de su detención una brecha en la cabeza que requirió tres puntos de sutura. Las mismas fuentes señalan que hasta que Narciso Aguilar decidió deshacerse del cadáver introduciéndolo dentro del maletero de un coche, al que posteriormente prendió fuego, la víctima estuvo en la bañera de su domicilio.

Declaración del hermano

Un hermano del presunto homicida, David Martínez, fruto de una anterior relación de la madre de ambos, aseguró que la víctima propinaba palizas por cualquier motivo tanto a su mujer como a sus hijos. Martínez señaló también que su madre presentó una denuncia contra Alejandro Aguilar por maltratos físicos hace cinco años en El Prat, ciudad en la que entonces vivía la familia y en la que seguía trabajando la víctima en una fábrica de plásticos.

"Así no se podía ir por la vida", indicó el hermano del presunto homicida, que vive desde hace algún tiempo en Almería y que se ha desplazado a Barcelona para apoyar a su hemano. Según su relato, Alejandro Aguilar llegaba muchas veces a casa ebrio y les castigaba o pegaba, a él y a sus hermanos, sin razón y por cualquier motivo. "Podía ser por llegar cinco minutos tarde, y por eso podía pegarte con el cinturón o dejarte toda la noche castigado en el pasillo", indicó Martínez. Y añadió: "Si no lo hubiera hecho él igual lo hubiera hecho yo en su situación".

El hermano del presunto parricida, que se enteró del trágico suceso al ver la televisión, aseguró también que su madre intentó separarse varias veces de su marido, pero al final desistió. "Porque mi hermana era pequeña", añadió. David Martínez hizo un llamamiento a los menores y las mujeres víctimas de malos tratos por parte de sus padres y maridos para que los denuncien, "porque si se denunciara, esto, por ejemplo, no hubiera pasado".

Por otra parte, la novia de Narciso Aguilar, Ester A. A., supuesta encubridora del homicidio, también declaró ayer ante la juez que instruye el caso. La joven ingresó a media tarde en un centro de menores del que podrá salir bajo fianza.

Los otros tres menores que habían sido detenidos el pasado martes por su supuesta implicación en el caso -V. A. M., hermana del presunto parricida; M. A. A., hermana de su novia, y D. O. G., amigo de aquélla, todos ellos de 14 años- quedaron el jueves en libertad por orden de la Fiscalía de Menores.