La piel está de fiesta

Less is more (menos es más), que dicen los minimalistas, le viene como anillo al dedo a la nueva imagen de Loewe. La empresa que le ha vendido al mundo entero la tradición española hecha bolso, ha decidido sacudirse definitivamente lo clásico y apostar por la vanguardia.Esta tendencia hacia la "globalización" ha trascendido el diseño de sus colecciones de accesorios, bolsos y ropa, para llegar a la imagen de la marca y la arquitectura de sus tiendas.

El mismísimo Ridgely Cinquegrana, presidente y consejero delegado de Loewe, invitó ayer en Sevilla a lo más granado de la ciudad para mostrarle la renovación de su establecimiento de Plaza Nueva.

Por sus suelos de piedra caliza recién abrillantados pasaron caras conocidas como las del torero Finito de Córdoba y la presentadora de televisión Arancha del Sol, la bailaora Sara Baras, el cantante Carlos Vargas, sus tres colegas que forman el grupo Los Soles o el dúo de humoristas Los Morancos.

El minimalismo que impera en el espacio ubicado en Plaza Nueva se transformó en puro barroco. En la tienda apenas cabía un alma entre invitados, camareros y periodistas. La convocatoria tuvo tanto éxito de público que, difícilmente, pudo cumplir con su objetivo. Es decir que, de tanta gente que se adentró en el local, previo paseillo por alfombra acordonada y con público, nadie pudo admirar la belleza de las líneas y la simplicidad del diseño.

El responsable de este baño de luz, transparencias y colores claros que ha inundado ya una de las tiendas de Barcelona y la de Sevilla es Mauricio Bertet, quien está al frente del departamento de arquitectura de la empresa. Este cambio radical de imagen comenzó en 1998, con la renovación de uno de los establecimientos que Loewe tiene en París, y para el 2001 habrá alcanzado a la mitad de las 88 tiendas que la marca tiene en 34 países.

A partir de ahora, el mobiliario de los establecimientos Loewe, creado por Mauricio Bertet, no desentonará con la nueva línea austera y recta de sus productos. Todos a una en pos de la modernización.

"Desde 1995, cuando Loewe se suma la grupo Buitton, se inicia un nuevo periodo. La calidad y el saber hacer es algo que Loewe tiene desde que nació en 1846, pero ahora seguimos una estrategia más global a todos los niveles", asegura Cinquegrana, un presidente que bien podría confundirse con uno de los modelos que lucen sus chaquetas de cuero.

"Hemos pasado de ser una marca española que exporta al extranjero un producto muy tradicional, a convertirnos en una marca internacional", dice orgulloso Ridgely Cinquegrana. Este cambio, que ha dejado desasistida a la parte con más años de su clientela, está avalado por los resultados que, confirmó el presidente de la firma han sido "estupendos. "En 1999 hemos batido nuestros récords", asegura.

El poder de convocatoria de Loewe no dejó ayer lugar a dudas y los cámaras de televisión tuvieron que arreglárselas para abrirse camino entre los invitados y poder cazar a los famosos. La elegantísima Marisa de Borbón, relaciones públicas de Loewe casada con uno de los primos del Rey, hizo también de anfitriona junto a Teresa Capelli, directora de la tienda. A la cita no faltaron clientas de toda la vida como la marquesa de Tablantes o la marquesa del Saltillo. A los toreros, que saben mucho de pieles, les gusta la firma. Además de Finito de Córdoba, entre el gentío apareció también Martín Pareja Obregón.