El alcalde: "Los resultados desautorizan la campaña contra mí"

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, se tomó el éxito de su partido como algo personal, aunque no se presentaba a las elecciones: "Además de la enorme satisfacción por la victoria de mi partido, me alegro porque la campaña de descrédito personal emprendida contra mí por algunos grupos políticos y mediáticos sólo ha servido para desautorizar a sus creadores". Se refería el regidor al uso que ha hecho durante nueve años de dinero público del Ayuntamiento de Madrid sin dar cuentas a nadie. Ese dinero (unos 63 millones) le ha servido, entre otras cosas, para pagar viajes de su mujer por todo el mundo (casi cinco millones), abonar desplazamientos privados a Mallorca y Sevilla (cuyo importe devolvió tras reconocer un supuesto error) o viajes personales a Jarandilla de la Vera (Cáceres) o Badajoz (a la boda de un hijo del ex diputado del PP Luis Ramallo). También compró con dinero público un televisor para un hogar del jubilado de un pueblo de Guadalajara de 60 habitantes donde estaba construyendo una casa de campo entre las denuncias de los vecinos por supuesta infracción urbanística, y para hacer donativos a su costurera.Para el jefe del Ejecutivo regional, Alberto Ruiz-Gallardón, el resultado electoral no sólo supone un triunfo "extraordinario" del PP, sino un "éxito personal" de su presidente, José María Aznar. "Ha sido un éxito del PP y además un éxito personal de José María Aznar, porque él se ha identificado directamente con el discurso político" de la campaña, señaló Ruiz-Gallardón, que reconoció también el trabajo de Rodrigo Rato y Esperanza Aguirre, "auténticos responsables directos del buen resultado obtenido en Madrid". Ruiz-Gallardón se mostró confiado en que el PP no aprovechará la mayoría absoluta para "encerrarse en sí mismo".

En la otra cara de la moneda, Jaime Lissavetzky, secretario de la Federación Socialista Madrileña (FSM) y diputado electo al Congreso, aseguró que la "nueva etapa" que afronta ahora el PSOE, tras la dimisión de Joaquín Almunia, no debe ser "sólo cuestión de renovar caras, sino de hacer nuevas políticas que interesen a los ciudadanos". El hasta ahora diputado socialista y portavoz en la Asamblea de Madrid defendió el pacto suscrito con IU porque, según él, las políticas de ambas formaciones son "sumables". No lo entendió así Juan Barranco, senador electo por PSOE-Progresistas, quien vio en la alta abstención registrada un signo "clarísimo" de que el acuerdo entre PSOE e IU no consiguió movilizar a los ciudadanos "de izquierdas".