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Elecciones 2000

Robregordo, bastión del PSOE

Vicente G. Olaya

Todo su entorno es verde, del verde intenso que le confieren sus frondosos pinares; sin embargo, es el pueblo más rojo de Madrid. Robregordo, una pequeña localidad de 90 habitantes enclavada en la sierra norte, ha roto las estadísticas electorales. La candidatura encabezada por Joaquín Almunia obtuvo el 61,90% de los votos en la localidad, 19 puntos más de los logrados por el PSOE de media en la Comunidad de Madrid. Sus habitantes siguen fieles así a la tradición. "Aquí no ha ganado nunca la derecha", afirma Óscar Monterrubio, quien, además de alcalde del municipio, es diputado socialista en la Asamblea.Monterrubio cree que la tradicional victoria aplastante de la izquierda en Robregordo tiene algo que ver con "la idiosincrasia de sus gentes". "Cuando hay un gran terrateniente que todo lo domina y que impide el desarrollo del municipio es difícil que los vecinos voten a la derecha", señala. El "gran terrateniente" al que se refiere el alcalde es la Comunidad, propietaria de más del 50% de los bosques que rodean el municipio. "La Comunidad saca a concurso cada año la madera de los pinares y se la concede a las grandes empresas del sector, pero nunca a nosotros. Y eso no está bien, porque el beneficio no se queda en el pueblo".

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La media de edad de los habitantes de Robregordo se acerca a los 60 años. En el pueblo sólo hay dos niños. La escuela se encuentra a 12 kilómetros.

El sector hostelero de Robregordo es otro de los pilares de su economía. Hay tres bares, seis apartamentos turísticos y un centro de formación de Comisiones Obreras, que suele llenarse los veranos de sindicalistas. No hay más industrias.

El casco urbano cabría entero en una manzana de Madrid. Sin embargo, el 30% de sus calles está sin asfaltar. El presupuesto municipal, de 35 millones (30 de ellos aportados por la Comunidad y los fondos europeos), da para poco. "Hemos conseguido en los últimos años arreglar el sistema de abastecimiento de agua, asfaltar algunas calles y mejorar la iluminación urbana, pero no es suficiente", indica el regidor.

Monterrubio, que reside en Madrid, gobierna Robregordo desde 1995, cuando el PSOE le presentó como candidato porque nadie del pueblo quería ser alcalde por las disputas que el cargo provocaba entre las familias de la localidad. Cuatro alcaldes llegaron a dimitir en un año. Monterrubio, el regidor que pacificó este municipio, tiene su solución para remendar el descalabro socialista en las elecciones: "Hay que liquidar Suresnes [localidad francesa donde se eligió a Felipe González como secretario general del PSOE, en 1974]. El futuro comienza hoy".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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