Ciprià Ciscar
Ciprià Ciscar, ex consejero de Cultura, convocó esta semana a las gentes de las letras y de las artes. Según los cronistas del evento, se echaron en falta muchos conocidos, obligados por un tributo de gratitud con el convocante. Quizá cundiera la abstención por el carácter electoral de la cita, pero tampoco es soslayable la mala o inexperta organización del acto. No es dable pensar -¿o sí?- que haya tanto desagradecido.obispo de Orihuela-Alicante, ha sorprendido a propios y extraños con una detallada reflexión cuaresmal en la que lamenta el énfasis que la Iglesia ha puesto en el sexto mandamiento en contraste con la ligereza que ha tratado las injusticias sociales, las reivindicaciones de las mujeres, los avances de la ciencia, etcétera. Una autocrítica insólita.
Pedro Ruiz
vicepresidente de la Diputación, ha asegurado que se exigirán responsabilidades por la destrucción de un fresco atribuido al pintor José Vergara, hecho acaecido en una dependencia de la corporación. Pues eso, a ver qué insensato dio la orden de convertir el arte en cascotes. Ahora sólo falta que todos se llamen a andana y le endosen la culpa al albañil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.