Rafsanyani, implicado en más de 80 asesinatos de disidentes en Irán
En la ola de semilibertad que ha seguido a las recientes elecciones en pro de las reformas en Irán, el lado oscuro y siniestro del papel político del ex presidente Alí Akbar Hachemí Rafsanyani -que fue el hombre más poderoso de la República Islámica- ha sido al fin revelado en Teherán. Rafsanyani ha sido relacionado con al menos seis altos funcionarios del Gobierno que, bajo su presidencia, ordenaron la ejecución en secreto de más de 80 disidentes, intelectuales y delincuentes.
El ex presidente, que fue el primero en revelar el escándalo Irán-Contra, también nombró a miembros de su familia para altos cargos en el lucrativo Ministerio de Petróleo iraní. A medida que decae la estrella política de Rafsanyani, comienzan a aparecer detalles sobre sus 10 años de presidencia y su nepotismo comienza a descubrirse. En las pasadas elecciones legislativas, Rafsanyani (que preside del Comité de Discernimiento) fue humillado al ponerse en entredicho su logro del último escaño por Teherán. Los nombres de al menos siete hombres con los que trató -de algunos de los cuales se afirma que declararon fetuas ordenando la muerte de docenas de iraníes inocentes durante el mandato de Rafsanyani- eran conocidos en Irán, pero nunca antes habían sido publicados. Entre estos nombres se incluyen los de Alí Fallahián, antiguo responsable de los servicios secretos; Alí Razini, que estaba al frente del Poder Judicial en Irán y es actualmente un miembro del tribunal especial de clérigos, y Mustafá Purmahamadí, antiguo viceministro de los servicios de información a cargo de las relaciones internacionales. El comité de los escuadrones de la muerte también incluía a Ruholá Hoseinián, actualmente responsable del "centro de documentación" de Irán; a dos ayatolás, de los que se afirma que firmaron un decreto ordenando el asesinato de "apóstatas", y a Said Emamí, ex viceministro de los servicios de información a cargo de asuntos operativos. Emamí fue encontrado muerto (asesinado con una inyección de potasio) mientras se encontraba en prisión por, presuntamente, haber ordenado el asesinato de intelectuales durante la presidencia del sucesor de Rafsanyani, Mohamed Jatamí.
Son muchos en Teherán los que creen que el propio Rafsanyani fue miembro del comité asesino. Las víctima incluyen al traductor y escritor Saidi Sirjani, asesinado con una inyección en 1994; Ahmed Mirallai, otro escritor que fue apuñalado hasta la muerte; Ahmed Taffozoli, que falleció en un accidente de coche, e Ibrahim Zalzade, un periodista que también fue apuñalado. Entre los asesinados también estaba una mujer de mediana edad, Fatemé Ghaemmaghamí. Al menos tres clérigos musulmanes suníes fueron también eliminados. Un sacerdote ortodoxo armenio fue asesinado después de que su nombre apareciera en la lista de ejecuciones del Ministerio de Información (servicios secretos).
Los periodistas iraníes ya habían estado investigando con anterioridad qué sabía Rafsanyani de las fetuas para la ejecución de intelectuales, aunque The Independent es el primer periódico que ha publicado los nombres de aquellos de quien se sabe que estaban en el comité de ejecuciones. Akbar Gangi, el más destacado periodista de investigación de Teherán, ha escrito un libro sobre el comité -sin citar nombres- llamado El calabozo de los fantasmas, en el que se refiere a otro clérigo como "la eminencia gris". Gangi ya ha recibido amenazas de muerte por teléfono y fax. "Mis amigos me han dicho que la única manera de protegerme es dar una entrevista", dice. "La información que tengo sobre los asesinatos es muy exacta y delicada. De 90 a 100 personas fueron asesinadas".
Las mismas preguntas, aunque menos serias, suscita la familia de Rafsanyani. Su hijo Yaser trabajó en la sección de compras de la Compañía Nacional Iraní de Petróleo (NIOC, siglas en inglés) mientras dirigía una compañía privada conectada a la NIOC. Un sobrino de Rafsanyani, Alí, era viceministro de Petróleo, mientras otro de sus hijos, Mehdi, estaba empleado en la compañía nacional de gas NAFTA-va-GAS.
Historias que hablan de la riqueza de Rafsanyani se han difundido por todo Irán y han sido una de las razones que le llevaron a fracasar en su intento de ganar más del 25% de los votos en elecciones del mes pasado.
© The Independent.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.