La apertura de las presas surafricanas causó la tragedia de Mozambique
Técnicos de la Dirección Nacional de Aguas (DNA) de Mozambique están convencidos de que la fatal avalancha que sufrió el sur del país en la madrugada del 25 de febrero fue provocada por la rotura de diques y la apertura de los embalses surafricanos. "Ese súbito ascenso de las aguas sólo es posible por un brutal torrente de Suráfrica", afirmó ayer a EL PAÍS uno de los responsables de la DNA. En principio se habló de que las presas fueron abiertas en Zambia y Zimbabue.
El jefe del departamento técnico de este organismo, Tomás Mangue, reconoció ayer sus "fundadas sospechas" de que los embalses surafricanos, junto a la frontera de Mozambique, provocaron la catástrofe, un espinoso problema que las autoridades de Maputo y Pretoria tratan de ocultar dadas sus excelentes relaciones. No hay que olvidar que Suráfrica es el auténtico soporte de la economía de Mozambique, uno de los países más pobres de África. "Llegó mucha agua en muy poco tiempo", dice, "y eso nos hace desconfiar de los embalses surafricanos, que desbordaron las presas mozambiqueñas de Massingir y Corumana que dan a los ríos Limpopo e Incomati respectivamente". Tomás Mangue explica que el departamento técnico de la DNA "no ha recibido ninguna información o referencia de la apertura de embalses o la posible rotura de diques, pero es evidente que algo debió ocurrir para que los dos ríos recibieran una ola de agua de 11.000 metros cúbicos por segundo cada uno".El técnico de la Administración de Aguas del Sur (Arasul), Paulino Maluane, informó también de que el departamento ha detectado "algún secretismo" cuando ayer, a solicitud de este periódico, pidiera información sobre lo sucedido a sus colegas de Suráfrica. La gran avalancha se produjo en la madrugada del día 25 en menos de seis horas. A mediados del 24, el embalse de Massingir descargaba 1.000 metros cúbicos de agua por segundo y a las nueve de la mañana del día siguiente, tras la avalancha, estaba soltando 17.000 metros cúbicos por segundo. "Ese ascenso súbito", dice, "no puede ser provocado sólo por las lluvias, que efectivamente fueron las más graves de los últimos 50 años. Pero esa avalancha no es normal".
De esta forma la apertura de compuertas en Suráfrica y la previsible rotura de algún dique, tal y como informó un asesor del ministro de Energía, provocó el desbordamiento de las presas de Massingir y Corumana, causando a su vez una enorme riada que inundó los valles del Limpopo e Incomati.
"Tremendo terremoto"
"Oímos un gran estruendo, como un tremendo terremoto, y la ola de agua nos invadió en menos de dos horas. En ese tiempo, tuvimos que subir a los tejados", explica la hermana María Larios, que en aquel día se encontraba en el hospital de Chokwé, una de las poblaciones a orillas del Limpopo más afectadas por la riada. El balance oficial de las inundaciones registrado ayer alcanza más de 600 muertos oficiales -miles, según las ONG-, 300.000 desplazados y más de un millón de afectados.
Por otro lado, la depresión tropical provocada por el ciclón Gloria afectó ayer al sur del país, que registró lluvia y aguaceros de intensidad variable, sin que por el momento haya noticias de un empeoramiento de la situación. Asimismo, el citado ciclón, a su paso por Madagascar, ha provocado importantes inundaciones en esta isla del Índico, con un primer balance de 135 muertos y más de 600.000 afectados, más de la mitad niños. El representante de Unicef en Madagascar ha advertido de que la isla podría convertirse "en el próximo Mozambique" y solicitó ayuda urgente. El temporal no sólo no ha remitido sino que sigue azotando muchas áreas de Mozambique, Suráfrica, Zimbabue y Botsuana.
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