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Alemania admite su fracaso y propone un nuevo candidato para dirigir el FMI

Pilar Bonet

Alemania reconoció ayer su fracaso diplomático y retiró oficialmente la candidatura del secretario de Estado Caio Koch-Weser a la presidencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), tras ocultar durante tres días a la opinión pública que el alto funcionario del Ministerio de Hacienda había solicitado permiso al canciller Gerhard Schröder para tirar la toalla ya el pasado sábado. Desde entonces, Schröder se dedicó a buscar un candidato de repuesto alemán, un consenso con los aliados europeos y una fórmula para salvar la cara.

Medios diplomáticos europeos consideraban ayer la operación Koch-Weser como un rotundo patinazo desde que el principal asesor del canciller, Michael Steiner, rompió de forma insólita con las prácticas tradicionales de buscar consenso entre bastidores, y convocó a varias decenas de embajadores conjuntamente en la cancillería de Berlín para comunicarles el deseo alemán de tener a un paisano al frente del FMI. En su carta al canciller, difundida ayer sin comentario y en versión fascímil por el Ministerio de Hacienda alemán, Koch-Weser, de 55 años, mostraba que se sentía personalmente lastimado por la experiencia de la que ha sido protagonista. Esta muestra, según el funcionario, "la urgencia de recapacitar seriamente sobre el procedimiento de selección para puestos dirigentes internacionales". "El procedimiento habitual es a menudo humillante para los candidatos y perjudica a las instituciones", señalaba en su misiva Koch-Weser, que hace menos de un año dejó su puesto de director ejecutivo del Banco Mundial en Washington para reforzar al ministro de Hacienda alemán, Hans Eichel.

El portavoz del Gobierno germano, Bela Anda, confirmó ayer que Schröder había llamado a Horst Köhler, el presidente del Banco de Reconstrucción y Desarrollo, la entidad bancaria encargada de fomentar el desarrollo en Europa del Este, con sede en Londres, para preguntarle si estaba dispuesto a ser candidato. Los representantes oficiales de Berlín andaban ayer con pies de plomo. El Gobierno quiere concertar todos sus pasos para el nombramiento de un candidato con los socios de la Unión Europea. Anda manifestó ayer que "todos los asuntos necesarios" serán concertados con la presidencia del consejo de la Unión Europea.

No estaba claro ayer que el nuevo candidato alemán vaya a ser el único competidor europeo, ya que se barajaban también otros nombres. Schröder y el presidente de la Comisión Euyropea, Romano Prodi, habían debatido "varias posibilidades" en su reunión el lunes por la noche en Hannover.

En su carta de renuncia, Koch-Weser alega que no quiere "entorpecer un mejor entendimiento con Estados Unidos". Pese a haber quedado clasificado en primer lugar en la votación de prueba la semana pasada en Washington, el candidato reconocía que, el "explícito rechazo" de su candidatura por el Gobierno de EEUU, haría "difícil desarrollar el consenso básico que la dirección de esta institución necesita en tanto que principal centro de decisión del sistema financiero internacional". Koch-Weser añadía que "sin el apoyo activo de los principales accionistas sería extremadamente difícil reformar el FMI y conducirlo a través de eventuales crisis".

Sin embargo, pese al claro contenido de la misiva, los representantes de Berlín trataron de ganar tiempo y mantuvieron durante tres días al candidato fallido en una difícil posición. El domingo, Koch Weser aseguraba que persistía en su candidatura y el lunes, el portavoz gubernamental Uwe-Carsten Heye lo reiteraba.

Mientras, la presidencia portuguesa mantuvo contactos durante toda la jornada de ayer con las capitales buscando el consenso de los Quince para designar lo antes posible, antes de la reunión del Consejo Ecofin -13 de marzo- al nuevo candidato europeo al FMI, informa Sandro Pozzi. Portugal dio su respaldo a Köhler, antes de que Alemania lo propusiera formalmente, y Francia expresó su apoyo a Köhler. "Tiene las cualidades necesarias", según fuentes oficiales francesas. La posición de la Comisión Europea es conocida y como declaró su presidente, Romano Prodi, "el director general del FMI debe ser europeo" para no romper con la tradición. El secretario del Tesoro estadounidense, Lawrence Summers, mantuvo su ambigüedad y no hizo ayer ningún comentario sobre la nueva candidatura europea. Se limitó a asegurar que "es muy importante que cualquier nuevo candidato para el FMI consiga un consenso global".

Un consejero de Kohl

El nuevo aspirante a dirigir el FMI, Horst Köhler, de 57 años, es un respetado experto financiero, afiliado a la Unión Cristiana Democrática (CDU), que trabajó en la administración de Helmut Kohl, como secretario de Estado en el Ministerio de Hacienda, con Theo Weigel. Desde Londres, el funcionario manifestó ayer a la agencia DPA que estaba dispuesto a aceptar la candidatura si así lo desaba una amplia mayoría. Nacido en Polonia, Köhler fue el hombre que negoció con Moscú los créditos para la retirada del Ejército Rojo de Alemania y también el que negoció la contribución financiera alemana a la Guerra del Golfo. Fue el sherpa de Kohl en las reuniones del G-7 y negoció el tratado de Maastricht sobre la Unión Monetaria. También fue presidente del sistema de Cajas de Ahorros de Alemania.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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