Dos jóvenes, apuñalados en media hora en una macrodiscoteca de Getafe
Carnaval sangriento. Dos jóvenes resultaron apuñalados de gravedad en la madrugada de ayer en la discoteca Tropic Costa, de Getafe, en un intervalo de sólo media hora entre uno y otro caso. El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a Roberto P. O., de 22 años, como presunto autor de una de las agresiones, y ayer investigaba si también cometió la otra. Cuando fue arrestado en el propio local, tenía la camisa y la navaja llenas de sangre, según fuentes policiales. Un empleado de la discoteca comentó que los apuñalamientos no guardan relación entre sí. Los dos heridos recibieron la puñalada en el hemitórax izquierdo. A uno, la hoja del arma le rozó el corazón.El primer acuchillamiento sucedió hacia las 4.00 en el patio de la discoteca, cerca de la entrada. "Dos grupos de jóvenes se estaban peleando y, aprovechando el caos, uno le pinchó a otro, pero no se sabe quién ha sido", asegura una empleada del local, que agrega que la reyerta fue "por una tontería". El herido es Francisco E. C., de 24 años, al que le hundieron la navaja en el hemitórax izquierdo. Quedó herido grave y fue trasladado por una ambulancia del Insalud (061) al hospital Universitario de Getafe, donde permanece ingresado tras ser intervenido quirúrgicamente. Su vida no corre peligro.
El personal de la macrodiscoteca avisó a la policía, y cuando los agentes interrogaban a los testigos, ocurrió el segundo acuchillamiento -el más grave- en otro punto del local. PASA A
"Vámonos, que me han pinchado", dijo a sus amigos el joven herido
El segundo apuñalamiento sucedió apenas media hora después del primero, y cuando la policía estaba dentro del local. Los agentes tomaban declaración a los implicados en la primera pelea cuando, en otro punto de la discoteca, en la zona de música bakalao, un joven zanjó de dos navajazos una disputa por el turno para pedir una copa. El pinchazo estuvo a punto de costarle la vida a Rafal González Santiago, de 23 años, empleado en un taller mecánico desde hace menos de un mes.Rafael salió hacia las diez de la noche del sábado de su casa. "Me dijo: 'Mamá, me voy con la novia", según explicó su madre ayer a la puerta del hospital Doce de Octubre cuando iba a visitar a su hijo. "Estaba tan contento porque hace 15 días que había encontrado trabajo en un taller de frenos de coche en el nuevo polígono Los Olivos, y ahora mira lo que le ha pasado", se lamentó.
Rafael vio la muerte de refilón en la barra de la macrodiscoteca Tropic Costa de la calle de Madrid, número 129, en Getafe (142.600 habitantes). Se topó con Roberto P.O., de 22 años, en el momento de pedir una copa. Eran las 4.30. En esa zona sonaba en ese momento un disco de bakalao. Rafael y Roberto tuvieron un roce. Uno acusaba al otro de haberle empujado y pisado a la hora de ir a pedir la bebida.
Roberto no dudó un instante: sacó una navaja de su bolsillo y le metió dos puñaladas a Rafael en el costado izquierdo, bajo las costillas. "No discutieron entre ellos; parece que el agresor sacó la navaja y, después de un empujón, se la clavó a Rafael sin más, sin hablar ni una palabra", explicó una hermana del herido.
El agresor echó a correr
Sujetándose el costado herido y aún de pie, Rafael se dio media vuelta y les dijo a sus amigos: "Vámonos de aquí, que me han pinchado", según relató la hermana. De camino a la calle, el joven detalló al personal de seguridad de la discoteca el aspecto de su agresor, que echó a correr por el interior del local. Los vigilantes le cogieron y le entregaron a los policías que estaban en el local investigando el primer apuñalamiento.
En el momento de la detención,Roberto tenía restos de distintas sustancias estupefacientes, presuntamente cocaína y éxtasis, según explicó ayer un portavoz policial. Su camisa y la navaja estaban manchadas de sangre. Agentes de policía científica analizan la sangre para ver si el detenido fue el autor de la primera puñalada.
A las 4.37, el Insalud (061) recibió la llamada de un empleado de la macrodiscoteca que pedía una ambulancia. Los médicos acudieron y trasladaron a Rafael en estado muy grave al hospital de Getafe. Allí le aplicaron una cura de urgencia, pero, por la gravedad de las heridas, le traslaron al Doce de Octubre. Ingresó de urgencia en quirófano. El filo de la navaja le afectó la envoltura pericárdica del corazón. "Si no le hubieran atendido en el hospital de Getafe", aseguró su madre, "mi hijo habría llegado muerto, casi se muere".
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