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La Intifada universitaria contra Arafat

Los estudiantes de Bir Zeit, en huelga de hambre por la detención de los compañeros que apedrearon a Jospin

Los estudiantes de las principales universidades palestinas han protestado contundentemente contra el aparato policial de Yasir Arafat. La revuelta ha amenazado la estabilidad del Gobierno autónomo, que veía como podía extenderse al resto de la sociedad. Son los primeros síntomas de esa nueva intifada que los servicios de seguridad israelíes anunciaron hace pocas semanas por el bloqueo del proceso de paz.La bronca ha sido más perceptible en el campus de Bir Zeit, situado a poco menos de ocho kilómetros de Ramalá, la capital administrativa de Arafat, donde desde hace dos días 163 estudiantes estaban en una huelga de hambre en protesta por la detención de un centenar de compañeros, bajo la excusa de haber participado en un incidente ya casi olvidado: el apedreamiento del primer ministro francés, Lionel Jospin, hace una semana, por calificar de "terroristas" a los guerrilleros libaneses de Hezbolá. Anoche, según la policía palestina, los estudiantes habían logrado su objetivo, ya que Arafat ordenó la liberación sin cargos de los últimos 30 detenidos por el caso Jospin. Pero la huelga de Bir Zeit, y la suspensión temporal de las clases, ha recordado los peores años de la Intifada (entre 1987 y 1991), cuando el recinto fue clausurado por las autoridades israelíes, y profesores y alumnos se trasaldaron a las catacumbas de Ramalá para continuar las clases en las casas, en las mezquitas o en medio del campo.

Los estudiantes de las universidades de Nablús, Hebrón, Abu Dis y Gaza también han secundado la huelga. La protesta se ha extendido imparable a los demás distritos y ha puesto en evidencia que estos alumnos pueden ser una peligrosa fuerza de choque: 57.431 estudiantes. En su mayoría son militantes del Bloque Islámico (Yihad Islámica y Hamás) que copan la casi totalidad de los comités universitarios. Pero está vez han unido sus fuerzas con las juventudes de Fatah, el partido gubernamental.

"Sólo en Bir Zeit ha habido estos días cerca de un centenar de estudiantes detenidos, sobre un censo de cinco mil. Son los incidentes más graves e importantes desde que finalizó la Intifada. Pero lo más preocupante es que por primera vez la ira de los estudiantes va dirigida contra la Administración palestina, que dirige Yasir Arafat", aseguraba ayer Hanan Elmasu, coordinadora de Human Rights Action Project.

La crisis abierta por los universitarios de Bir Zeit parece agravarse por instantes ante las denuncias de los detenidos de haber sufrido malos tratos en las comisarías palestinas.

"Me pegaron patadas en los huevos, en la cabeza y en los brazos", asegura Tareq Shadid, de 21 años, estudiante de Económicas. Permaneció detenido durante cuatro días en la prisión de seguridad de Jericó con otros 27 compañeros. Las amenazas no le han arredrado. Habla desde el comedor del campus donde, paradójicamente, se realiza la huelga de hambre. Allí alguien ha colocado una enorme pancarta en la que se lee : "Al principio son las palabras y también son el último campo de batalla. Larga vida a la lucha del pueblo palestino".

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