VIOLENCIA EN LA ESCUELA
Los tiroteos en los colegios norteamericanos han sido muy frecuentes en los últimos años, pero el suceso acaecido el pasado martes en un colegio de Flint, en el Estado de Michigan, sitúa este grave problema en un nuevo nivel. Un niño de primaria sacó una pistola, apuntó con ella a un compañero, y entonces realizó un disparo matando a una niña de seis años. Aunque la policía desconoce si el disparo fue accidental o intencionado, el hecho es que niños de todas las edades viven en contacto con las armas, y seguirán viviendo así hasta que el país frene su producción para el consumo masivo. El fiscal del condado, Arthur A. Busch, ha afirmado que hay mucho interés en saber "cómo consiguió este niño el arma", no es ninguna novedad que hay niños que poseen armas. Y añadió: "Es una característica de nuestra época. Tenemos una sociedad armada hasta los dientes que no se responsabiliza con seriedad del control de sus armas". ¿Pero por qué tenemos una sociedad armada hasta los dientes? ¿Quién sigue defendiendo esta situación? ¿Por qué se siguen fabricando y vendiendo de forma encubierta al público? Si se considera a las armas como productos de consumo, ¿por qué están menos reglamentadas por lo que respecta a su seguridad que los juguetes? (...) El Congreso sigue sin decidirse a examinar en profundidad la limitación del tráfico de armas, y nadie que desee presentar su candidatura a la presidencia se atreve a sugerir que las armas no deberían circular con tanta facilidad. Se han producido sucesos terribles, y así seguirá pasando (...) en colegios y otros muchos sitios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.