Desarticulada una red de inmigración ilegal que engañó a 520 ciudadanos de países del Este

Unos 520 ciudadanos de países del Este han sido víctimas en los últimos meses de la actuación de una red de inmigración ilegal desarticulada en los últimos días por la policía y que actuaba en la provincia de Tarragona y Castellón. En la operación han sido detenidas ocho personas, todas ellas de la ex república sovíética de Moldavia, quienes engañaban a sus víctimas prometiéndoles trabajo en España y una vez aquí les explotaban de tal manera que les pagaban 2.000 pesetas semanales por jornadas diarias de 12 horas de trabajo en la recolección de naranjas.

Las investigaciones policiales se iniciaron a mediados del año pasado, cuando 12 de las presuntas víctimas denunciaron el engaño que habían sufrido. Cuatro de los denunciantes estaban ingresados en el Centro de Internamiento de Extranjeros de la Verneda, en Barcelona, pendientes de su expulsión de España y los ocho restantes acudieron voluntariamente a denunciar los hechos a la comisaría de policía de Tortosa.La policía aseguró ayer que el modo de operar de la banda consistía en ofrecer un trabajo digno y bien remunerado en España en tareas agrícolas utilizando varias agencias ubicadas en Ucrania. Como requisito previo se exigía a los ciudadanos que quisieran beneficiarse de estas promesas que abonasen por anticipado unas 240.000 pesetas y una vez en España se les facilitaban unos teléfonos de contacto y empezaban a trabajar. Al cabo de unos días los afectados comprobaban que todo era un engaño y que lo único que pretendía la red era explotarlos laboralmente. La policía aegura que el traslado a España de las personas engañadas empezó a realizarse el pasado verano en autocares de 25 plazas y con el intervalo de 15 días para no levantar sospechas.

Siete de los detenidos, todos ellos de nacionalidad moldava, están acusados de varios delitos contra los derechos de los trabajadores y son: Alexandru Scoarta, Vladimir Pliesca, Petru Mihaila, Iván Nistor, Oleg Darie, Vitali Costei y Tudor Oinita. Junto a ellos ha sido detenido también otro ciudadano moldavo, Stephan Fancev, a quien la policía implica en la reyerta ocurrida la madrugada del 21 de diciembre junto al Hotel Princesa Sofía de Barcelona entre un grupo de jóvenes y unas prostitutas que finalizó con la muerte de Arjan M., de 23 años. En esos hechos también resultó herido de gravedad Andrei N., de 25 años. Otras dos personas de 23 años resultaron heridas con carácter leve. Sin embargo, la policía no pudo detener entonces a los participantes en los hechos, cuatro hombres y una mujer, quienes huyeron al presentarse los agentes.

Escondido en Valencia

La policía considera que después de ocurrir estos hechos Fancev estuvo escondido en Valencia unas semanas, hasta que regresó a su domicilio de L'Hospitalet de Llobregat, donde fue detenido el 8 de febrero. Esa detención sirvió para cerrar las investigaciones que ya se estaban realizando sobre la red de inmigración ilegal.

Las investigaciones han sido realizadas por agentes de las Brigadas Provinciales de Extranjería y Documentación de Barcelona, Castellón, Tarragona y Tortosa. Durante la operación se realizó un registro en un domicilio particular de la calle Calvario de Ulldecona (Tarragona), dos registros más en apartamentos situados en la urbanización Cala Montero de Vinarós (Castellón) y un cuarto registro en los bajos de otro inmueble de la misma localidad.

En esos registros se intervinieron numerosa documentación y fotocopias de pasaportes de ciudadanos uncranianos y moldavos que fueron captados por la red desarticulada en sus países de origen, así como documentación de tres vehículos con matrículas española, alemana y moldava.

Germán B. L., el propietario de los aparatamentos donde se alojaban los trabajadores que eran víctimas de la red, también ha prestado declaración por este caso. Los detenidos han pasado ya a disposición judicial.