_
_
_
_

Poemas pervertidos

Un autor anónimo publica brillantes versiones eróticas de los grandes poetas catalanes

"Una nit de lluna plena / em follaren, jo era nena, / tontament, ...total per re. // Aquell home no ho féu bé / i arrossego una gran pena. / A una verga de pagès / dos mugrons li fan trempera, / quatre tocs l'exciten més, / cinc postures i ja és meva. / Com un pagès no hi ha res". Así rezan la primera y penúltima estrofas de las Corrandes de la Pili, versión porno de las célebres Corrandes d'exili en que Pere Quart se lamentaba por haber tenido que abandonar su Sabadell natal a causa de la guerra. El poema forma parte del singular volumen (Per)versions, de autor anónimo, que acaba de publicar La Magrana en su colección de literatura erótica, y que incluye 30 versiones subidas de tono de conocidísimos poemas catalanes, más una de la célebre habanera El meu avi."A finales del pasado octubre", cuenta Judit Molet, responsable de la edición, "recibimos los textos mecanografiados junto a una carta de presentación firmada por un desconocido Llorenç Sureda. Al principio casi le convencimos para que delatara su identidad, pero luego se echó atrás, y la relación ha continuado siendo epistolar". El autor, que incluso ha cobrado por correo sin certificar para evitar la presentación de documento alguno, juega en todo momento con la ambivalencia de géneros: la mitad de los poemas están firmados por una mujer, Martina Bas, y la otra mitad por un hombre, Martí Nabàs, de cuya identidad común nace el seudónimo que figura en la portada: Martinabàs. Sobre su persona no da más que dos pistas en el prefacio del libro: es de la comarca de la Garrotxa y se dedica al comercio.

La voluntad de anonimato de Llorenç Sureda se debe, según Molet, a que no tiene el menor afán de notoriedad. Sin embargo, a juzgar por la calidad de las composiciones, tiene que tratarse de alguien con muchas tablas: no sólo se atreve a parodiar a los grandes de la poesía catalana (de Ausiàs Marc a Gabriel Ferrater, pasando por Salvat-Papasseit, Carner y Martí i Pol), sino que utiliza un lenguaje, más que escabroso, abiertamente pornográfico. Destacan, por ejemplo, las refacciones de Francesc Vicent García, un clásico del barroco catalán (cuya Hermosa dama de cabell negre que es pentinava en un terrat amb una pinta de marfil se convierte en Hermosa fava de pelussa negra que es masturbava en un terrat amb una mà que anava a mil), o de J. V. Foix, con el archiconocido És quan dormo que hi veig clar subido de temperatura en És quan follo que ho tinc clar. Para más inri, (Per)versions lleva como subtítulo un nerudiano "Trenta poemes obscens i una canço desenfadada", y en el citado prefacio Sureda lo define como "un divertimento, un juego alocado que no pretende ser sino una ráfaga de viento atolondrado; eso sí, con mesura, con gracia y con toda la dignidad para no herir mentes sensibles ni insultar al homenajeado". Judit Malet cree que sí es posible que alguien se escandalice: "Quizá no lo declararán en público, pero no me extrañaría que los herederos de personajes como Riba o Manent, por ejemplo, se molestasen". En ese caso, es una suerte que dos hombres tan serios como Verdaguer y Espriu no dejaran descendientes. Quién sabe qué habrían pensado respectivamente de una Atlántida pervertida en ménage à trois digna del mejor cine X o de un Assaig de càntic en el temple donde el ansia de libertad no se debe a la patria envilecida sino a "la meva frígida, casta, tan insípida dona".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_