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Tribuna:Tribuna sanitaria
Tribuna
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Infecciones emergentes y nuevas tecnologías Manuel López-Brea

Los microbios o microorganismos han venido siendo protagonistas de excepción a lo largo del siglo XX, entre otras muchas razones, por su implicación en las enfermedades infecciosas. Sin embargo, el descubrimiento y el empleo de los antibióticos a mediados de este siglo abrió un camino de enormes dimensiones en la curación de estas enfermedades. Se pensó entonces que las enfermedades producidas por microbios desaparecerían y pasarían a la historia como fenómenos ya superados por el hombre.Hoy, en el año 2000, ni las enfermedades infecciosas han sido completamente combatidas, ni los microbios se pueden destruir con la misma facilidad de hace años, ya que han generado "inteligentes" mecanismos de resistencia a los antibióticos. No sería correcto ignorar los importantes avances conseguidos por el hombre en el tratamiento de las enfermedades producidas por microorganismos gracias a la utilización de los antibióticos, pero tampoco omitir la resistencia que aquéllos han desarrollado a estos medicamentos.

Desde hace escasos años, se ha venido hablando de lo que se ha dado en llamar enfermedades emergentes, procesos en los que los microbios juegan una vez más un importante papel. En Estados Unidos, el Centro para el Control de las Enfermedades de Atlanta, define una enfermedad emergente como aquella que se ha producido en los últimos 20 años o cuando existe un alto riesgo de que aumente su incidencia en un próximo futuro.

La aparición de enfermedades como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) o la reaparición de epidemias de gripe producidas por mutaciones de los virus que las producen, constituyen claros ejemplos de estas enfermedades. Estas consideraciones no tendrían mayor importancia si no fuera porque este mismo centro americano, de prestigio mundial, considera la enfermedad infecciosa como la primera causa de muerte en el mundo y la tercera en Estados Unidos.

Los niveles de pobreza social se encuentran estrechamente emparentados con la mayor incidencia de enfermedades producidas por microbios y, por otra parte, la erradicación de estas enfermedades es más difícil en las comunidades económicamente más desfavorecidas.

Inmersos en estos temas de salud, que a todos nos preocupan, asistimos a la llegada del fenómeno más revolucionario de cuantos nos están ofreciendo las novedades tecnológicas: Internet. Gracias a ella, podemos informarnos, simplemente conectándonos al ordenador, acerca de cómo se encuentra la situación actual de la gripe en los diferentes países de Europa, o de los últimos trabajos científicos acerca de las investigaciones del posible papel de un microbio como factor de riesgo en la génesis del infarto agudo de miocardio o en la arterioesclerosis, y que tal vez haya que ir pensando en una futura aplicación de los antibióticos en estas enfermedades.

El reto más importante al que nos enfrentamos en este contexto de acontecimientos es cómo aunar una correcta utilización de los antibióticos para que no pierdan su eficacia con una más equitativa distribución de la riqueza para disminuir el número de enfermedades producidas por microbios y con una adecuada utilización de las nuevas tecnologías que sirvan como método de conocimiento universal, facilitando su utilización a todos aquellos que lo requieran como instrumento de cultura.

Manuel López-Brea es jefe del servicio de Microbiología del Hospital Universitario de la Princesa, de Madrid, y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.

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