Bruselas advierte a España de que deberá subir los impuestos en caso de que la economía se recaliente

Cara y cruz para España y Alemania en las recomendaciones de los ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) sobre el cumplimiento de los pactos de estabilidad. Para Madrid, muchos parabienes, aunque un par de advertencias sobre el descontrol de la inflación y los riesgos de recalentamiento. Para Berlín, la constatación de que apenas cumple los objetivos de déficit y tres tirones de oreja: falta información sobre sus cuentas, debe imperar la prudencia en la reducción de impuestos y convendría destinar cualquier excedente recaudatorio a recortar los déficit.Los Quince aprobaron los programas de estabilidad de España, Alemania, Italia y Bélgica y los planes de convergencia del Reino Unido y Dinamarca. El vicepresidente segundo del Gobierno español, Rodrigo Rato, se fue de Bruselas con poco disimulada satisfacción. No hubo reproches a la reducción de impuestos -señal de que el ritmo de reducción de los déficit no se ve amenazado-, aunque sí la advertencia de que "la política fiscal debería estar preparada para una mayor restricción con el fin de contrarrestar cualquier riesgo de recalentamiento".

Y otro par de advertencias: "La evolución de los precios desde el segundo semestre de 1999 ha sido peor de lo esperado", afirman los ministros. "Habida cuenta de la reciente evolución de los precios", coligen, "el Consejo considera esencial que la evolución de los salarios en España siga orientada a la estabilidad de precios".

Los reproches más significativos fueron para Alemania, un país acostumbrado en tiempos de Theo Waigel a utilizar el Ecofin para exigir austeridad a los demás. Ayer, los mensajes fueron para Berlín. "Falta información detallada sobre la composición de los ingresos y los gastos públicos y sobre los factores que determinan su ratio de la deuda", señalan los ministros.

No es el único problema ni parece el más preocupante. El Consejo da la bienvenida a la reforma fiscal, pero "recomienda, no obstante, la mayor prudencia en la puesta en marcha de estas reformas, a fin de prevenir cualquier riesgo de deterioro duradero del déficit público estructural". Los ministros recomiendan a su colega alemán que "en caso de crecimiento superior a las previsiones, las recaudaciones suplementarias se utilicen para reducir el déficit por debajo del objetivo fijado".