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La victoria del SPD en Schleswig-Holstein pone fin a una cadena de derrotas regionales

Pilar Bonet

El Partido Socialdemócrata (SPD) consiguió una clara victoria en las elecciones de Schleswig-Holstein, que pone fin a una racha de derrotas en elecciones regionales. La Unión Cristiana Democrática (CDU) fue castigada por los votantes de ese Estado federado, sin que las primeras estimaciones de voto permitan echar las campanas al vuelo para el futuro al principal partido del Gobierno, el SPD, que confiaba en una mayoría absoluta. Hundida por los escándalos de las cuentas clandestinas de Helmut Kohl, la CDU se dio por satisfecha con no salir tan mal parada como algunos pronosticaban.

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La coalición rojiverde que dirige la socialdemócrata Haide Simonis continuará en el poder en el Estado federado alemán fronterizo con Dinamarca. Los Verdes, que entraron en el Gobierno local en 1996, se situaron claramente por encima del 5%, con lo que superaron así el peligro de no pasar el listón necesario para entrar en el Parlamento, pero se quedaron por debajo de su resultado en los comicios anteriores. Se quedaron también por debajo del resultado de los liberales del FDP, que obtuvieron el mejor resultado de toda su historia en Schleswig-Holstein.Según estimaciones provisionales difundidas anoche por la primera cadena de la televisión alemana, el SPD había obtenido un 43,1% (3,3 puntos más que en 1996), la CDU, un 35,3% (1,9 puntos menos que en 1996), Los Verdes, un 6,2% (1,9 puntos menos) y los liberales, un 7,6% (1,9 puntos más), y el bloque de minorías nacionales (SSW) un 4,1% (1,6 puntos más). De mantenerse estos porcentajes, el SPD obtendría 38 diputados en el Parlamento local (cinco más que en la anterior legislatura), la CDU, 31 diputados (uno más que en el anterior parlamento), los Verdes 5 diputados (uno menos) y los liberales siete (tres más). La participación electoral fue bastante elevada (entre el 69% y el 70,2% del electorado, según las estimaciones respectivas de las dos principales cadenas de televisión), aunque se quedó algo por debajo de la de 1996.

Los políticos de la CDU consideraban ayer que su partido había tocado fondo y que los resultados de las urnas indicaban que estaba saliendo del hoyo. Sin embargo, no estaba claro anoche si la puntuación de Schleswig-Holstein podía interpretarse como un frenazo al deslizamiento que ha sufrido el partido de Helmut Kohl desde el pasado otoño. En Berlín, Angela Merkel, la secretaria general de la CDU, valoró los resultados del cabeza de lista de la CDU en estos comicios, el ex ministro de Defensa Volker Rühe, "en contra de los pronósticos". Las urnas "muestran que tenemos un buen potencial electoral", dijo Merkel, según la cual los comicios han evidenciado "el peso estatal" del candidato democristiano. Aunque nadie quiso hablar directamente de candidatos al puesto de presidente de la CDU, Rühe, que en las últimas semanas ha llevado una doble estrategia local-estatal, dejó clara su intención de pasar ahora a la política estatal.

El debate que la CDU ha abierto para reemplazar al dimitido Wolfgang Schäuble concluirá el 20 de marzo con la designación de candidatos, para su elección en el congreso el próximo abril. Merkel, la rival de Rühe por el puesto de Schäuble, minimizó ayer la importancia de las conferencias regionales en la selección de estos candidatos y subrayó la necesidad de una discusión estructurada en las organizaciones regionales del partido.

En la sede del SPD en Berlín, la Willy Brandt-Haus, el ambiente ayer era de cierta decepción por no haber barrido a la CDU en Schleswig-Holstein. El secretario del partido, Franz Müntefering, aseguró, sin embargo, que se alegraba de poder volver a anunciar "una victoria electoral" y consideró que el resultado de las urnas es una buena señal para los comicios de Renania del Norte-Westfalia, que se celebran el 14 de mayo. A la CDU le han puesto "dos ojos morados", dijo Müntefering, uno al partido y otro a Rühe. Por su parte la jefa del Gobierno del land, Heide Simonis, manifestó que esperaba haber dado un impulso a las elecciones en Renania del Norte-Westfalia y al Gobierno rojiverde en Berlín.

Relajado y orgulloso

Rühe, de 57 años, que en un principio parecía alterado por los resultados de las urnas, fue adquiriendo desenvoltura a medida que pasaban las horas y que la CDU iba acuñando sus argumentos. "Hemos evitado despeñarnos", decía el ex ministro, una figura de la generación intermedia entre los dinosaurios del partido y las jóvenes generaciones. "Hemos perdido el Gobierno en Kiel, pero hemos hecho un servicio a la CDU de Alemania al haber estabilizado la situación", señaló Rühe, según el cual el resultado obtenido por él es mejor que la cotización del partido a escala federal. "Estoy relajado y un poco orgulloso por los resultados", afirmó el ex ministro.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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