La peligrosa línea recta

El camino más corto puede ser el más rápido, pero no el más seguro. Los agentes de la Policía Local de Tortosa han iniciado una campaña para convencer del peligro que comporta cruzar el puente del tren sobre el río Ebro, y los principales destinatarios de esa campaña son los estudiantes que acortan así el trayecto entre su domicilio y el colegio, práctica habitual desde hace años. En la actualidad, no hay riesgo de atropello porque es una vía muerta. Sin embargo, el peligro de caer al vacío existe dados los huecos que dejan las vías y la barandilla, porque el puente no está habilitado para el paso de peatones. "Un niño puede colarse por entre los raíles", explica un empleado de Renfe.La policía ha hecho notar el riesgo añadido que suponen las tuberías de distribución de agua potable y de aguas residuales instaladas debajo del puente, un obstáculo para cualquier persona que cayera al río porque podría golpearse contra ellas.

El concejal de Gobernación, Josep Borrell, ha explicado que, como medida preventiva, se está identificando a todos los alumnos, en su mayoría estudiantes del Instituto Joaquim Bau, para intentar disuadirles de utilizar este camino en lugar de otros más largos pero más seguros. Además el Ayuntamiento remitirá a las direcciones de los colegios una circular con diversas reomendaciones para lograr que nadie circule por el puente.