La Kfor confisca armas y detiene sospechosos en una nueva operación para pacificar Mitrovica
Al alba y por sorpresa. Nada más finalizar el toque de queda, a las seis de la mañana de ayer (hora peninsular española), los soldados estadounidenses, franceses y británicos de la Kfor (fuerza multinacional de paz para Kosovo) reanudaron la búsqueda de armas ilegales en la conflictiva ciudad de Mitrovica (norte de Kosovo). La pequeña Bosnia fue cercada palmo a palmo con alambradas de espino y todas sus salidas bloquedas con carros blindados para garantizar que no se producirían fugas de extremistas separatistas albanokosovares.
Durante una hora larga, todas las casas sufrieron un minucioso registro y cualquiera que intentó entrar o salir de la zona fue cacheado de forma escrupulosa. En el barrio conocido como la pequeña Bosnia viven cerca de 1.500 albanokosovares, en un sector, la zona norte de Mitrovica, donde se concentran más de 10.000 serbios, la mayoría de ellos huidos de otras zonas de la provincia víctimas de la venganza y de la intolerancia de extremistas independentistas albanokosovares, lo que ha convertido el lugar en el mayor enclave serbio de Kosovo. Como resultado de la continuación de la Operación Ibar, suspendida temporalmente tras los violentos enfrentamientos del pasado lunes entre soldados de la Kfor y manifestantes albanokosovares, las tropas multinacionales de paz se incautaron ayer de un lanzacohetes, varios fusiles, granadas de mano y diversa munición. Durante la redada, varias personas fueron detenidas. "Hemos realizado diversas detenciones, pero no sabemos todavía a qué grupo étnico pertenecen los detenidos", manifestó el teniente coronel Philip Anido.
"Todo el mundo ha cooperado y no ha habido incidentes", informó un militar estadounidense. "Hemos llamado a las puertas y nos han abierto", prosiguió el norteamericano al asegurar que los residentes de la pequeña Bosnia no opusieron resistencia, pero que, sin embargo, los ciudadanos serbios del norte de la ciudad vieron con muy malos ojos la reanudación de los registros.
En esta ocasión no hubo previo aviso. Se procedió de madrugada a la incautación de armas, sin más. No fue así el pasado domingo, cuando desde helicópteros de la Kfor se lanzaron notas y avisos y se difundieron mensajes por megafonía de que la búsqueda de armas se iba a llevar a cabo.
A pesar de que no hubo incidentes, un grupo de serbios abucheó ayer a los soldados estadounidenses, por lo que éstos se retiraron prudentemente y dejaron hacer el trabajo a las tropas francesas. "Vivimos una continua provocación por parte de los americanos", aseguró el líder de los serbios de la dividida ciudad de Mitrovica, Oliver Ivanovic. Sin embargo, quiso puntualizar que en esta ocasión el comportamiento de los soldados estadounidenses había sido "más moderado" que el domingo pasado, cuando Ivanovic acusó a los norteamericanos de ejercer una "brutal agresividad" en el desempeño de las pesquisas.
Barricadas en el puente
Mientras tanto, el dispositivo de seguridad a cada lado del puente que parte en dos Mitrovica fue reforzado durante la madrugada del miércoles. A modo de barricadas, se instalaron sacos de arena, que se sumaron a las ya eternas alambradas de espino que difícilmente contendrían a una multitud empeñada en cruzar. El coronel canadiense Anido informó ayer de que a última hora de la tarde del martes, una patrulla francesa había sido tiroteada en la zona norte sin que se hubiera podido precisar el origen de los disparos. Y en lugar de balas, los soldados alemanes que patrullaban en un blindado recibieron piedras por parte de un grupo de jóvenes exaltados. La Kfor informó que en ninguno de los dos incidentes hubo heridos.
En cuanto el futuro regreso a sus casas de los albanokosovares que en las últimas semanas se han visto obligados a abandonar sus hogares en el norte de la ciudad ante el acoso serbio, el comandante de las tropas francesas en Mitrovica, el general Pierre de Saqui de Sannes, volvió a reiterar ayer que intentará que éste se produzca lo antes posible y de la manera más segura. Al menos son 1.000 los albanokosovares que han huido de sus casas en el norte de Mitrovica. A este respecto, el líder serbio Ivanovic creyó que era demasiado pronto para que se efectuara este retorno. Y aseguró que siempre que los albanokosovares insisten en retornar y crear una zona multiétnica, "curiosamente", argumentó, "desaparecen los serbios".
"Liberación sin condiciones" de todos los prisioneros albanokosovares detenidos en cárceles serbias. Ésa es la petición que el administrador de Naciones Unidas para Kosovo, el francés Bernard Kouchner, planteó ayer en Belgrado y que trasladará al Consejo de Seguridad de la ONU el próximo mes de marzo. Más de 1.600 albanoksovares permanecen detenidos en cárceles civiles y militares serbias, así como en reformatorios juveniles, según informó ayer la portavoz de la misión de Naciones Unidas en Kosovo, Susan Manuel.
Sólo unos 500 prisioneros, según cifras de la Cruz Roja Internacional, han sido liberados desde que el pasado mes de junio las fuerzas multinacionales de paz entraron en la provincia serbia de Kosovo tras firmarse el inicio de la paz y el final de la guerra en Yugoslavia.
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