Enher, decidida a dejar sin luz 1.000 pisos y 60 empresas de la Costa Brava
La dirección de la empresa Fecsa-Enher reiteró ayer en Girona su decisión de negar nuevas altas a abonados de gran consumo en la Costa Brava mientras no se concluya la línea de alta tensión entre Juià y Castell d'Aro, que está paralizada en Cassà de la Selva y Llagostera por los litigios abiertos por los ayuntamientos y la Coordinadora Antilínea. La eléctrica precisó ayer el alcance de su amenaza: la contundente medida puede dejar sin electricidad un millar de viviendas, unos 50 comercios y una decena de industrias.
Con el rechazo de estas nuevas altas Enher confía en rebajar en unos 10.000 kilovatios el consumo eléctrico del próximo verano y evitar el colapso de la línea que sirve energía a unos 20 municipios de la Costa Brava. Los directivos de la compañía, que ayer presentaron sus inversiones para el año 2000, aseguraron que todavía no se ha negado la conexión a nadie y que si la polémica se reorienta en la reunión que hoy celebrarán con el alcalde de Cassà de la Selva, la medida podría dejarse sin efecto, puesto que dispondrán de los dos meses necesarios para acabar el tendido antes de las puntas de consumo del verano.El consejero de Industria, Antoni Subirà, antepuso ayer las reglamentaciones del derecho mercantil al derecho de los usuarios a recibir energía eléctrica. Subirà dijo: "La normativa dice que se debe poder suministrar a cualquier usuario del territorio, pero el derecho mercantil también dice que si una de las partes se compromete a suministrar una cosa que no tiene, el contrato no se puede autorizar".
La presidenta de la Organización de Consumidores y Usuarios de Cataluña (OCUC), Carme Florencio, explicó ayer que el gabinete jurídico de su entidad está analizando la legalidad de la medida de Enher. Florencio aseguró que no pueden quedarse cruzados de brazos ante una actuación que crea una evidente "indefensión al usuario". La OCUC contactó ayer con los ayuntamientos y la compañía eléctrica para ofrecerse a mediar en el conflicto.
Los directivos de Enher reconocieron que es la primera vez en la historia de la empresa en que se pueden ver obligados a denegar altas de conexión. Miquel Vila, director general de Fecsa-Enher, aseguró que no prevén la posibilidad de que nadie pueda demandarles. "Nuestro negocio es vender energía y nuestra última voluntad es cortarla o limitarla".
Por otra parte, IC-Verds presentó ayer una denuncia penal ante el juzgado de La Bisbal d'Empordà contra la empresa Fecsa-Enher y contra la Generalitat puesto que considera que, con su connivencia, la Administración vulnera los derechos energéticos de los ciudadanos. El partido ecosocialista fundamenta su denuncia en la obligación de las empresas eléctricas de prestar sus servicios y prever las posibles ampliaciones de las demandas de sus usuarios.
El diputado de IC-Verds, Joan Boada, mantiene que Enher se encuentra en este conflicto porque no fue respetuosa con el medio ambiente en su planificación de la línea de las Gavarres y tampoco tuvo en cuenta las armas que la ley pone en manos de los ayuntamientos para detener este proyecto.
También la asociación ecologista Naturalistes de Girona arremetió contra la compañía e instó a la Generalitat a poner fin al monopolio de Enher después de que ésta haya demostrado "su incapacidad para suministrar energía a la Costa Brava sin la línea de las Gavarres". Los ecologistas afirman que "se hace necesario ir a buscar cualquier otro operador de los que ya están solucionando problemas similares en otros lugares de España".
El grupo ecologista destaca que existen operadores americanos y noruegos capaces de producir energía donde se sea precisa y sin necesidad de utilizar las redes de distribución del grupo ENDESA.
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