Barcelona toma posesión del parque del Tibidabo tras pagar 1.963 millones

El alcalde de Barcelona, el socilista Joan Clos, traspasó ayer la puerta del parque de atracciones Tibidabo después de firmar con la Tesorería de la Seguridad Social el convenio de compraventa de las instalaciones por 1.963 millones de pesetas y tras convertirse el Ayuntamiento que él preside en el legítimo propietario de las mismas. Al acto asistieron, además del alcalde, el ministro portavoz, Josep Piqué, y el director general de la Tesorería de la Seguridad Social, Julio Gómez Pomar.Así, tras el acto de compraventa, el Ayuntamiento de Barcelona se convirtió en el propietario de cerca de siete hectáreas de terreno del Tibidabo, las del parque de atracciones y las del aparcamiento. Para acceder a la propiedad de ese singular pedazo de Barcelona, hace tres semanas el consistorio reaccionó con rapidez ante la subasta del parque instada por la Seguridad Social contra Patsa, la sociedad que lo explotaba. Ayer, un grupo de pequeños accionistas hizo acto de presencia en la firma del convenio, que se celebró en el mismo parque del Tibidabo, para hacer oír sus voces y plantear a Clos su situación. Lo mismo hicieron algunos trabajadores de Patsa que le preguntaron al alcalde sobre su futuro.

Entre pancartas y trabajadores de Patsa uniformados, el alcalde, el ministro y el director de la Tesorería de la Seguridad Social rubricaron el acuerdo en la cima del mismo Tibidabo, junto a la entrada del parque. Tras la firma del convenio, Clos recibió las llaves de las instalaciones, que fueron abiertas momentáneamente.

El convenio de compraventa firmado ayer supone que el Ayuntamiento pagará ahora el 25% de los 1.963 millones y el resto lo liquidará en cuatro años. La Seguridad Social ingresará los 700 millones que le adeudaba Patsa y otros 400 millones por el valor catastral de las fincas. El resto del dinero que deberá pagar el consistorio corresponde al levantamiento de diversas cargas y a la adquisición del aparcamiento.

Tanto Clos como Piqué coincidieron en destacar el "final feliz" de la operación, puesto que supone que Barcelona será la titular de un terreno muy especial para sus ciudadanos. Hasta Piqué se refirió a sus recuerdos de infancia en las tradicionales atracciones del parque del Tibidabo. Clos, además, destacó la rapidez con que se cerró el acuerdo con la Administración central y citó expresamente al recién dimitido ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, como uno de los artífices del acuerdo para que el Ayuntamiento pudiera ejercer el derecho de tanteo en la subasta que adjudicó inicialmente el parque a un subastero que actuaba en nombre del empresario Enric Bernat.