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Las instituciones gastaron 9.428 millones el año pasado en acciones del Plan Joven

Las instituciones vascas destinaron el año pasado 9.428 millones de pesetas (56,6 millones de euros) a las actuaciones prioritarias para la juventud vasca del Plan Joven. Este plan fija cinco áreas de intervención: la inserción laboral, la enseñanza, vivienda, salud y ocio. Las acciones promovidas por las administraciones para facilitar el acceso al mercado de trabajo de los jóvenes y la prevención de las drogodependencias acapararon el 65% del gasto.

El Plan Joven, una iniciativa de carácter interinstitucional, fue aprobado por el Parlamento vasco en mayo de 1998, su periodo de vigencia es 1999-2002 y se dirige a la población entre 14 y 30 años de edad. Las diputaciones y los ayuntamientos lo hicieron suyo a finales de 1998. El Departamento de Cultura del Gobierno se encarga de la coordinación.Este Plan es el heredero de la mesa plural creada por el Gobierno para hacer frente a la violencia callejera. La mesa elaboró en 1997 un plan de acción para combatir este fenómeno, que llegó a cumplir en un 80%. Una vez concluido ese proyecto, el Ejecutivo optó por otro tipo de planteamiento, de carácter más integral, que abarcará desde la inserción laboral hasta la política de vivienda. La consejera de Cultura, Mari Carmen Garmendia, compareció ayer ante la comisión de Juventud y Mujer del Parlamento para presentar el balance del primer año de gestión. El Plan supone una reorientación de las políticas que hasta 1998 estaban desarrollando las instituciones en relación a la juventud y se centra en cinco campos, a los que dedica casi 10.000 millones. El Gobierno corre con el 77% del gasto, las diputaciones con un 18% y los ayuntamientos con el 5% restante.

Según expuso Garmendia, las administraciones dedican más recursos económicos a políticas de juventud, en torno a los 30.000 millones de pesetas, pero la importancia del Plan Joven radica en que parte de un análisis integral de la problemática de los jóvenes y plantea actuaciones también de carácter integral.

Salud y empleo

El programa de salud ocupa el primer lugar en importancia presupuestaria del Plan Joven, con un total de 3.261 millones gastados el año pasado. Este programa contempla acciones para prevenir la drogodependencia y la atención a minusválidos y mujeres. En empleo e inserción laboral se fueron 2.851 millones. Cursos de formación, prácticas en empresas, apoyo a jóvenes emprendedores y al autoempleo, fomento del empleo juvenil y becas y ayudas conforman las actuaciones más importantes desarrolladas en este campo durante 1999. Garmendia recordó la importancia de que los jóvenes puedan acceder a un puesto de trabajo para elevar su autoestima y conseguir la emancipación. El número de jóvenes en paro ha aumentado en Euskadi pese que ha crecido el empleo. La caída del desempleo juvenil se frenó el último año, aunque ha bajado del 52% al 32% entre la población de 16 a 24 años desde 1995.

El plan destinó 2.289 millones al impulso y la reorientación de la enseñanza, especialmente la Formación Profesional, con el objetivo de ajustarla a las necesidades del mercado.

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El esfuerzo económico en materia de vivienda fue muy inferior. Las ayudas a la adquisición o rehabilitación, la oferta de pisos sociales o de protección oficial y los alquileres para jóvenes sólo acapararon 357 millones de pesetas, lo que equivale a un 3,8% del desembolso total de las administraciones en el primer año de vigencia del Plan Joven. Las actividades de ocio absorbieron 469 millones (el 5% del presupuesto).

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