La Diputación de Vizcaya acoge en centros públicos y concertados a 460 menores con problemas familiares
La Diputación de Vizcaya acoge, en centros propios y concertados, a un total de 460 menores con problemas familiares, informó ayer el titular de Acción Social Ricardo Ansotegi. Estos niños, entre los que predominan las edades comprendidas entre 12 y 18 años, forman parte del colectivo de 2.000 adolescentes vizcaínos "cuyo normal desarrollo está comprometido por causas económicas, socioambientales, etcétera", según los cálculos forales. La población infantil en este territorio está conformada por alrededor de 180.000 niños.Entre los 460 atendidos, algo más de la mitad (237) se encuentran en régimen de tutela, es decir ya sin vinculación con sus padres, mientras que los otros 223 están en situación de guarda, o sea en régimen temporal sin que exista una pérdida de la vinculación familiar.
Ansotegi reveló que el pasado año hubo 138 bajas y 144 altas. Sobre las causas de los menores que abandonan los centros, el diputado foral dijo que eran diversas. "Afortunadamente buena parte de ellos han regresado a sus hogares porque ha desaparecido la situación de riesgo, que fueron 46 casos", señaló. Ansotegi reveló que otros 44 adolescentes se incorporaron a otra familia. Sobre las altas, los motivos fueron la mala situación económica de familias que no pueden atender adecuadamente a sus hijos "hasta menores que han sido apartados de sus progenitores por decisión judicial. Suelen ser casos relacionados con maltrato y agresiones sexuales".
El diputado de Acción Social indicó que durante 1999 fueron adoptados un total de 47 niños, de los que 25 procedían del extranjero y el resto del territorio vizcaíno. Además, la Diputación atendió a 21 menores y sus familias en el programa de atención psicológica por maltrato y agresiones sexuales. "A través de este programa intentamos que el menor supere las secuelas causadas por el maltrato y si es posible hacer que vuelva a su familia. Para lograrlo es fundamental que el maltratador cambie completamente de conducta. Lo realmente difícil es atraer a estas personas al programa", expuso Ricardo Ansotegi.
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