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Cuba acusa a EEUU de airear casos de espionaje para impedir la vuelta de Elián

El Gobierno de Fidel Castro confirmó ayer que no piensa retirar de Washington al diplomático cubano acusado por el Departamento de Estado norteamericano de realizar "actividades incompatibles con su status", caso relacionado con la reciente detención por el FBI de un alto funcionario del Servicio de Inmigración (INS) de EEUU, procesado por espionaje. El jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Fernando Remírez, aseguró que el "insólito" caso de espionaje se destapa tres días antes de que un tribunal federal de Florida deba "tomar decisiones sobre el recurso de los secuestradores del niño Elián González contra la decisión del INS en favor de su devolución [a su padre, en Cuba]". "Es clarísimo el propósito de influir con esta desesperada y espectacular maniobra en la decisión del juez federal", añade Remírez en una nota hecha pública el sábado por la tarde (madrugada de ayer en España) durante un acto celebrado en Cuba para reclamar la devolución del niño.

La declaración de Remírez indica que el Departamento de Estado hizo saber el mismo sábado a la Sección de Intereses cubana que un funcionario de esa oficina debía ser retirado del país en una semana. Según Remírez, ya se ha hecho saber a EEUU que Cuba "no retirará a ningún funcionario". "Jamás, en 22 años, la Oficina de Intereses de Cuba ha realizado actividades de inteligencia, y esto lo conoce perfectamente bien el Gobierno de ese país", afirmó.

El también viceministro cubano de Exteriores informó que su Gobierno está dispuesto a pedir al diplomático acusado "que permanezca en EEUU para testimoniar y demostrar la total falsedad de esa acusación, sean cuales fueren las consecuencias". Remírez considera en su nota que la aparición de este escándalo de espionaje es un "golpe vengativo y bajo contra el INS para impedir a toda costa la devolución del niño secuestrado".

La estrategia del exilio

Nada más conocerse el caso, la Fundación Nacional Cubano-Americana, principal grupo del exilio cubano, pidió al Gobierno de EEUU que paralice la deportación del niño mientras se realiza la investigación en torno al funcionario del INS detenido, Mariano Faget. Faget, de 54 años, trabajaba como responsable de las solicitudes de asilo político y de residencia, especialmente de desertores cubanos, cuando fue detenido el jueves. La fiscalía lo acusa de suministrar información a personas no autorizadas y de dar testimonios falsos a agentes federales.

Mañana, el juez William Hoe-veler, encargado del caso Elián, tiene prevista una audiencia donde se determinará si tiene jurisdicción para seguir adelante con la demanda de asilo político presentada por los abogados del tío abuelo de éste en Miami, Lázaro González. Si considera que no la tiene, el INS podría obligar a González a entregar el niño para su repatriación. Si decide que sí, Hoeveler iniciaría el 6 de marzo las audiencias sobre la petición de asilo político.

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