La perrera de Barcelona sacrificó el pasado año 4.311 perros y 2.491 gatos
La perrera municipal del Ayuntamiento de Barcelona sacrificó durante el año pasado a 4.311 perros y 2.491 gatos, lo que supone un promedio de casi 19 animales diarios, mientras que únicamente registraron unas 350 recuperaciones de mascotas por parte de sus dueños y una cifra similar de adopciones de animales.
La concejal del Ayuntamiento barcelonés Magda Oranich, de CiU, preguntó recientemente al gobierno municipal sobre la situación de la perrera del municipio, al considerar que se había producido "alarma social", al conocerse, a finales del mes pasado, los sacrificios cruentos de animales en la perrera municipal de Mataró gracias a la denuncia de uno de sus empleados. Oranich, quien abandera a los miembros del consistorio animalistas, un grupo que cuenta con el también nacionalista Josep Miró i Ardèvol, Santiago Fisas (PP), Jordi Portabella (ERC), Imma Mayol (IC-V) y Roser Veciana (Els Verds), ha instado a que se amplíe el horario de apertura al público de la perrera para la realización de adopciones y ha pedido la mejora de las instalaciones de la Arrabassada para que los animales disfruten de una mejor calidad de vida.
En este centro de recogida de animales, situado en el parque de Collserola, se concentran los animales que dejan sus dueños, los que recoge el servicio de zoonosis del Ayuntamiento y los recogidos por los servicios municipales de los consistorios más próximos a Barcelona.
La cuarta teniente de alcalde y responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona, Imma Mayol, ha explicado que el método de eutanasia que se emplea en la perrera cumple con la legislación vigente. A los animales que van a ser sacrificados se les administra por vía intramuscular un sedante antes del tratamiento letal.
La eficacia de la perrera para propiciar recuperaciones de animales se pone en entredicho al observarse la escasa cifra de amos que han recuperado su mascota: 338 perros y 18 gatos, el pasado año, según datos del municipio. Algunas asociaciones de defensa de los animales han denunciado que ello viene favorecido porque los propietarios de animales siguen desatendiendo la obligación legal que tienen de identificar a sus mascotas con un microchip.
La perrera tampoco se demuestra eficaz para propiciar adopciones, un aspecto que quizá se debe a lo apartado que está del centro de la ciudad. En 1999 fueron adoptados 339 perros y 11 gatos. El horario de apertura al público para la realización de adopciones tampoco es muy amplio, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 18.00 los días laborables, y de 10.00 a 13.00 horas los sábados.
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