Cervera elude informar sobre los contratos de los médicos del SAMU

El consejero de Sanidad, José Emilio Cervera, eludió ayer en las Cortes contestar a la pregunta que reiteradamente le formuló el diputado socialista José Camarasa acerca de si los contratos del personal médico del Servicio de Asistencia Médica Urgente (SAMU) adscrito a los helicópteros de emergencias estaban en vigor el día 6 del pasado mes de octubre, cuando un marinero falleció tras caer al mar mientras el pesquero en el que trabajaba faenaba en aguas de las islas Columbretes. El consejero tampoco quiso contestar a la pregunta cuando posteriormente se la formularon los periodistas y se aferró a su versión de que no existió "ninguna suerte de descoordinación". Pero Camarasa aseguró en el pleno que los contratos no estaban vigentes porque "no se habían renovado" tras expirar el día 30 de septiembre, decisión que achacó a Cervera. Según el diputado, esto provocó un retraso ya que "no había personal para subirse al helicóptero".El diputado contradijo la versión del consejero, quien aseguró que desde que la Consejería de Sanidad recibió el aviso de la caída al mar del marinero hasta que el SAMU le asistió, transcurrieron 46 minutos, un tiempo que Cervera consideró "más que razonable". Según Cervera, el primer aviso se recibió a las 13.00. Pero Camarasa esgrimió documentación que acredita que a las 12.30 el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de Valencia se dirigió a otra administración sanitaria para preguntar qué equipo sanitario debía viajar en el helicóptero de emergencias.

"Espionaje político"

Cervera no se esperaba el golpe. Y reaccionó con un ataque que vino a demostrar la veracidad de la información de Camarasa, ya que mostró su contrariedad porque la oposición pueda tener acceso a "fuentes de información privilegiada", algo que achacó a la práctica del "espionaje político". A partir de ahí, Cervera, pese a decir que no haría demagogia ni se iba a poner "nervioso", acusó a la oposición de "hacer tremendismo" con el "desgraciado suceso" y adjudicó a Camarasa la pretensión de trasladar una imagen de la Comunidad Valenciana "como si esto fuera Hanoi, como si quisieran ser Francis Coppola II y reeditar Apocalipsis Now". O estaba nervioso o le falló su cultura cinematográfica: la genial película de Coppola tiene por escenario Saigón.