El belga Wim Vandekeybus reflexiona sobre el deseo en un espectáculo de danza en gira por Andalucía
Wim Vandekeybus siente fascinación por lo intangible y se ha propuesto que los bailarines de su compañía muestren en el escenario "su estado interior". El director, coreógrafo, actor y fotógrafo belga, que se formó junto a Jan Fabre, presentará mañana en el teatro Central de Sevilla su espectáculo Pese al deseo y a la voluntad, una pieza con música original de David Byrne, uno de los fundadores del desaparecido grupo Talking Heads."Mostrar los sentimientos a través de la danza es casi imposible; por eso, el espectáculo refleja todo el proceso de búsqueda. El deseo es el motor que nos mueve para hacer algo, pero, a veces, es más importante el proceso que el resultado", comenta Wim Vandekeybus, quien creó su compañía Última Vez en 1985, tras su colaboración con Fabre.
Vandekeybus (Lier, 1963) ha mezclado todas sus facetas creativas en esta producción, que estará también en Sevilla el día 19 y podrá verse en el teatro Alhambra de Granada el día 23. El artista firma la dirección del espectáculo, la coreografía, la escenografía, la iluminación y, además, es uno de los 12 bailarines que subirán a escena. "No bailo en todas las representaciones, pero en Sevilla sí lo haré", aclara.
Pese al deseo y a la voluntad incluye una película de 20 minutos, que también dirige Vandekeybus, titulada Las últimas palabras. Está filmada en italiano y se basa en dos cuentos de Julio Cortázar, Cuentos sin moraleja y Acefalia. "Es una historia absurda sobre un hombre que vende alaridos. La fantasía es muy importante en Cortázar, y eso tiene relación con mi trabajo. Cortázar habla del deseo como algo material. El proceso de satisfacer el deseo es más importante que la satisfacción en sí", comenta el coreógrafo.
El espectáculo, que se presentó en el Festival Grec de Barcelona del pasado año, incluye una parte, que el coreógrafo considera "muy española", sobre la búsqueda de la "media naranja". Vandekeybus, que desde 1996 es coreógrafo invitado de la compañía israelí Batsheva Dance, bautizó su elenco con nombre castellano porque cuando la fundó impartía talleres en España.
Babelia
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