Los juzgados de lo social de Barcelona tienen pendientes más de 17.000 casos

lona Los juzgados de lo social de Barcelona acumulaban al acabar el año pasado 17.422 asuntos pendientes de sentencia, un 33,4% más que dos años atrás, cuando había 13.062 casos. Eso quiere decir que cada uno de los 28 juzgados registraba una media de 622 casos, mientras que al acabar 1997 tenía 466 demandas pendientes. La explicación no es que haya aumentado el número de pleitos, sino que los jueces dictan un 10% menos de sentencias que hace dos años.

El año pasado entraron en los 28 juzgados de lo social de Barcelona 34.543 demandas y en 1998 fueron 36.213, una cifra similar a la de 1997: 35.694. Sin embargo, los jueces de lo social acordaron hace tres años limitar el número de sentencias que dictarían y eso, en la práctica, supuso la creación de listas de espera. Si en 1997 cada juzgado de lo social resolvió una media de 843 casos, en 1998 fueron 796 y el año pasado 759. Las previsiones indican que este año la cifra se reducirá más, con lo que los casos pendientes de resolución seguirán aumentando.Daniel Bartomeu, vicedecano de los juzgados de lo social de Barcelona, reconoce abiertamente que a los ciudadanos les resulta incomprensible esa decisión de los jueces de poner límites al trabajo, sobre todo cuando están en juego situaciones económicas que afectan directamente a las personas. Sin embargo, explica que "igual que no es admisible que un profesor tenga 50 alumnos en una clase, tampoco se le puede pedir a un juez que haga más sentencias si se quiere que estén razonadas y den respuesta a cada caso concreto".

Siete meses de espera

Actualmente, una demanda considerada urgente -como puede ser un despido o un conflicto colectivo- tarda una media de dos meses en resolverse. Si se trata de cualquier otra cuestión, la espera oscila entre siete y ocho meses. Es posible recurrir contra esa sentencia, pero la parte ganadora puede pedir la ejecución y el afectado cobrar la cantidad.

Bartomeu recuerda que el Consejo General del Poder Judicial establece en el Libro Blanco de la justicia unos módulos sobre el número máximo de sentencias que deberín dictar cada jurisdicción, y en el caso de lo social la cifra es de 730 resoluciones anuales por juzgado. Eso quiere decir que los jueces de Barcelona están por encima de esa cifra. En Madrid, por ejemplo, en 1998 cada juzgado de lo social dictó una media de 482 sentencias, mientras que en Sevilla fueron 614 y en Valencia 541. En una relación de ciudades españolas, Barcelona ocupa el tercer lugar en número de sentencias dictadas al año por cada juez social.

El vicedecano confía en que la creación de dos nuevos juzgados en Barcelona desatasque la situación, pero censura que el Ministerio de Justicia cree siete juzgados en ciudades en las que se presentan muy pocas demandas: Granollers, Mataró, Sabadell, Terrassa, Figueres, Reus y Tortosa.