El IRA rompe las negociaciones sobre el desarme y retira la propuesta para inutilizar su arsenal
Cuatro días después de la suspensión del autogobierno del Ulster, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) anunció ayer la retirada de su representante en la Comisión Internacional encargada de supervisar el desarme de la organización, lo que significa que se niega a entregar las armas. El IRA justifica la medida ante "el cambio de situación" tras la suspensión del Gobierno autónomo y responsabiliza de la situación a la "intransigencia unionista", personalizada en el Partido Unionista del Ulster y el ministro británico, Peter Madelson. El IRA no hizo referencia alguna al fin de la tregua.
Para el movimiento republicano, el Gobierno de Londres ha inclinado en los últimos días la balanza en favor del unionismo y, en particular, del ministro principal del Ulster y líder del Partido Unionista del Ulster (UUP), David Trimble. "Ahora es el momento en que es necesario que todos los canales permanezcan abiertos", declaró Mandelson tras conocer la noticia. El ministro británico se declaró "decepcionado con la decisión del IRA". En un comunicado emitido por su ministerio, Mandelson señaló que "lo que había sobre la mesa tenía posibilidades reales [de salir adelante] y la gente estará triste de que no haya funcionado en la dirección que hacía falta".El otro gran acusado por el IRA, David Trimble, afirmó que la organización republicana había perdido "su mejor oportunidad para la paz" y calificó de "gesto publicitario" la propuesta realizada la semana pasada de un calendario de desarme.
La decisión de suspender el autogobierno del Ulster, adoptada por Mandelson el pasado vienes, no se ajusta al contenido del Acuerdo de Viernes Santo de 1989, que no contempla la suspensión anticipada de las nuevas instituciones y fija el plazo final del desarme en mayo del 2000. Según los analistas responde, más bien, a un compromiso aparentemente contraído el pasado noviembre entre Trimble y Gerry Adams, el presidente del Sinn Fein, pero nunca publicado. En él, Trimble accedió a compartir Gobierno con el Sinn Fein con la confianza de que el proceso de desarme comenzaría unas semanas después. Para ganarse el respaldo de su partido prometió dimitir si, para el 12 de febrero, el IRA no había dado un signo práctico de desarme. La suspensión de las instituciones vino dictada para evitar la dimisión de Trimble y, con ello, el colapso de todo el programa de actuaciones pactado en el Acuerdo de 1998. "Aquellos que han condicionado el proceso político al decomiso o a silenciar las armas del IRA son responsables de la actual crisis en el proceso de paz", advierte ahora la organización armada.
Informe favorable
Oficialmente, el IRA comenzó su proceso de desarme el pasado 17 de noviembre con el nombramiento de un representante en la Comisión Internacional presidida por el general canadiense John de Chastelain. Días después, una vez instaurado el Gobierno autonómico, celebró el primero de una serie de contactos que culminaron el pasado viernes con un informe favorable de la Comisión. El documento señalaba que el IRA había propuesto un calendario para el desarme. Sin embargo, el informe fue tardío, ya que se hizo público el mismo día en que Londres suspendía el autogobierno del Ulster.
El IRA retira ahora su compromiso de "poner las armas fuera de uso" dentro de un contexto que dio a conocer a la comisión de Chastelain. La oferta, ahora anulada, sigue siendo, de acuerdo con Mandelson, "vaga" para dar marcha atrás en su imprecedente decisión. Las relaciones entre republicanos y el Gobierno laborista se han deteriorado gravemente desde el pasado viernes, y, ayer, Adams calificó de "malo" el encuentro que mantuvo con Mandelson horas antes del comunicado de su rama militar.
"La única vía hacia delante pasa por la reinstauración de las instituciones, por la aceptación del último informe de Chastelain y por el reconocimiento de los derechos del pueblo. No hay pruebas de que el Gobierno británico, al menos no el ministro Mandelson, esté contemplando este camino", señaló un enojado Adams.
Tras estas declaraciones, la marcha atrás del IRA en su programa del desarme apenas sorprendió en círculos políticos a ambos lados del mar de Irlanda. La única luz del presente atolladero se atisba en aquellos aspectos sobre los que el IRA guarda silencio en su comunicado de ayer. No hay referencia en el texto al mantenimiento de la tregua, ni a la reanudación de la campaña armada. El responsable de la policía del Ulster, Ronnie Flanagan, indicó anoche que "no hay indicios que indiquen que el IRA intente reiniciar los actos de violencia que rompan el alto el fuego".
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