Más de 80.000 ancianos están en listas de espera para tener plaza en residencias públicas

En España hay casi 6,5 millones de personas mayores de 65 años. Muchas de ellas viven solas, pero preferirían estar ingresadas en una residencia. Aunque se trata de una cifra difícil de obtener, mediante la extrapolación de los datos que se han conseguido de las consejerías de asistencia o bienestar social de nueve de las 17 comunidades autónomas se puede calcular que en toda España entre 80.000 y 90.000 personas esperan para ingresar en un geriátrico público. El 40% de las consultas en ambulatorios y el 40% del gasto del sistema sanitario se dedica a atender a los más mayores.

Sólo dos de cada tres mayores de 65 años que lo desea o necesita tiene cama en un geriátrico público o concertado. El Imserso no tiene una cifra de la lista de espera para todo el país, debido a que la atención a los más mayores es una competencia transferida a las Comunidades.Aproximadamente la mitad de quienes esperan necesitan una atención médica especial, y, por lo tanto, más cara. En cualquier caso, el precio de un mes de residencia no suele bajar de las 100.000 pesetas.

La media que se paga por una cama en un geriátrico de titularidad pública es de 116.750 pesetas, según datos de la revista Consumer. Estos centros disponen de ayudas y pueden flexibilizar la mensualidad en función de los ingresos del solicitante, de manera que cobran una proporción de la pensión y dejan un dinero para los gastos menores de los usuarios. En los geriátricos privados, la cuota media es de 150.000 pesetas.

El estudio de Consumer también evalúa la calidad de la asistencia y servicios (ver gráfico) de los centros españoles: los mejores, con un 8,1 sobre 10, son los públicos. Los peores, aunque también aprobados, los privados.

Las proyecciones demográficas vaticinan un aumento espectacular del número de personas mayores para los próximos años. Según los datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), en el 2026 habrá 8,6 millones de ancianos en España, un 38% más que los que hay ahora. Además, no sólo serán más, sino que vivirán más tiempo: la esperanza de vida ya es de 74 años en los hombres y los 81 en las mujeres, de las más altas del mundo.

Buena salud

Pese a que el informe de los geriatras españoles recoge la mejoría en el estado general de los ancianos del país, su aumento y su mayor longevidad hacen que éste sea un grupo al que haya que prestar especial atención. Un 40% de los mayores de 65 años opinaba que su salud era "buena o muy buena", según la Encuesta Nacional de Salud de 1995. Este porcentaje disminuye según aumenta el tramo de edad. Por eso el 40% de las consultas de atención primaria y el 40% del gasto sanitario se debe a la tercera edad, según dicha Encuesta.

De acuerdo con los últimos datos del Imserso, en España hay 3 camas públicas o concertadas por cada 100 mayores. La media en Europa se acerca a 5. El ideal, según la SEGG, es 8. Las plazas existentes se reparten de forma muy irregular dependiendo de las Comunidades Autónomas, de la misma manera que las hay con un porcentaje de población mayor de 65 años muy superior al de otras. El Defensor del Pueblo prevé que hará falta una inversión pública de 325.000 millones de pesetas para conseguir que el índice de atención en residencias de la tercera edad se acerque al promedio europeo.

En 1999 había en España casi 200.000 plazas en centros especializados. Ceuta, Melilla, Canarias, Anadalucía y Murcia son las Comunidades con una población más joven (menos del 14% tiene más de 65 años); en Castilla León, Aragón y Asturias los mayores son más del 20%. Esta distribución no se corresponde con la oferta de plazas geriátricas. Sólo en Navarra, la Rioja, Castilla León y Castilla la Mancha el promedio de plazas disponibles es superior al de la media europea. En Ceuta y Galicia la proporción entre ancianos y camas en residencias es inferior a la mitad de la media de Europa.

Todos los Gobiernos autonómicos de los que este periódico ha conseguido datos reconocen que hay listas de espera para los asilos. Madrid es la Comunidad con mayores deficiencias reconocidas, unas 16.000 plazas -la Generalitat de Cataluña, la región donde más ancianos viven, no ha dado a este periódico datos porque no había completado el censo-. En porcentaje, alrededor del 1,4% de la población de más de 65 años está esperando para ingresar en un geriátrico. Del total de solicitudes, aproximadamente la mitad, unas 50.000, son para personas que no pueden valerse por sí mismas o que necesitan asistencia médica continuada.

De todas formas, según las responsables de Bienestar Social de Murcia y Asturias, entre otros, la cifra de las listas de espera debe aceptarse con ciertos matices. En Murcia, por ejemplo, más del 40% de la demanda se da en la capital. En muchos casos, los interesados prefieren esperar a que se quede un sitio libre en las residencias de la ciudad, a tener que ingresar que alguna que esté más lejos.

"Los 40 kilómetros pueden ser la barrera", según la portavoz de la Consejería murciana. Esta situación se repite en otras Comunidades, y se agudiza en las islas o en las Comunidades más extensas, como manifiesta la portavoz de Asuntos Sociales de Castilla León. Y parece lógica: las personas mayores no quieren separarse de su barrio o alejarse de sus amigos y familia.