"Entre los estudiantes hay muchos hartos de memorizar como loros"
Le agobia la ciudad de Madrid porque la altura de los edificios no deja ver el cielo. Una aversión comprensible en alguien como Diego Garijo, un estudiante de primer curso de Ingeniería Aeronáutica que ha puesto sus miras en el espacio. Su sueño sería trabajar en la NASA, pero, por ahora, este vecino de Las Matas de 18 años se contenta con estudiar el firmamento en los libros y con el telescopio que tiene en casa. "Es una ilusión tonta, ya sé que nunca sucederá", reflexiona este joven, ganador del último Premio Nacional de Bachillerato, un galardón que el Ministerio de Educación y Cultura concede cada año a 10 estudiantes que destacan por su currículo escolar. Cada centro presenta a sus candidatos, que deben tener una nota media de 8,5 puntos, y todos ellos pasan una serie de pruebas, a partir de las cuales se realiza la selección. Garijo fue presentado al premio por el instituto de Las Rozas I, donde estudiaba hasta comenzar hace unos meses la Universidad. Pregunta. Algunos dirán que usted es un empollón.
Respuesta. Hombre, sí, es verdad que en el instituto me machaqué mucho. Pero la verdad es que el nivel general del centro era muy alto. Las Rozas y Las Matas son zonas bastante acomodadas, y, claro, eso influye. Aunque también depende de cada centro.
P. ¿Cómo era el suyo?
R. En el mío nos daban una educación bastante coherente, pero he conocido otros con mucho fracaso escolar porque son sitios llenos de gente pija, acostumbrada a hacer lo que le viene en gana porque tiene dinero.
P. ¿Por qué tantos chavales dejan la escuela?
R. Yo creo que la educación está mal. Se basa demasiado en recordar datos, y entre los estudiantes hay muchos que están hartos de memorizar como loros. Antes que aprenderse una lista de escritores de la generación del 98 es mejor leer bien alguno de sus libros y entender qué es lo que defendían. Hay también chavales que tienen problemas sociales porque, por ejemplo, sus padres están en paro.
P. ¿Cree que es verdad eso de que la gente joven es cada vez más conservadora?
R. Yo no me considero conservador, y mis amigos, tampoco. Pero es verdad que te encuentras por ahí chavales que piensan que ellos son gente guapa y que miran a los que viven peor que ellos por encima del hombro.
P. También hay muchos estudiantes en ONG.
R. Sí, pero eso no significa que sean progresistas; al fin y al cabo, un conservador no tiene por qué ser un ogro.
P. Además de la física, las matemáticas y el espacio, ¿cuáles son sus aficiones?
R. (Sin dudarlo un instante) La música.
P. ¿Qué tipo de música?
R. El rock duro y el heavy, grupos como Aerosmith.
P. ¿Un premio nacional de Bachillerato heavy?
R. No sé qué tiene eso de raro. Desde luego, yo no me veo como un empollón repelente y con gafitas.
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