EEUU se suma a Europa para aislar políticamente a Austria

Los 14 países de la Unión Europea (UE) cumplieron ayer su amenaza y anunciaron la inmediata aplicación de las sanciones contra Austria, que queda políticamente aislada de Europa como castigo por haber aceptado un Gobierno en el que un partido de ultraderecha ocupa una posición relevante. Estados Unidos se sumó a la presión diplomática de la UE sobre Viena con la retirada para consultas de su embajadora en esa capital.

El Gobierno español anunció que aplicará las mismas sanciones decididas por sus socios comunitarios. El portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, descartó que esté prevista, por el momento, la adopción de otras medidas suplementarias a las ya anunciadas: congelación de las relaciones bilaterales políticas, limitación de los contactos con el embajador austriaco en Bruselas a los asuntos técnicos y no respaldar a los candidatos austriacos a los organismos internacionales. Bélgica canceló unos contratos comerciales con Austria, y Alemania y Francia anunciaron que estudiarán medidas ulteriores a las impuestas ayer. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, dijo que decidirá nuevas sanciones contra Austria una vez que sea consultada la embajadora a su regreso a Washington. Israel también retiró a su embajador. El presidente austriaco, Thomas Klestil, pidió ayer a la población de su país y a la comunidad internacional que "dé una oportunidad" al nuevo Gobierno, presidido por el líder del Partido Popular, Wolfgang Schüssel, que se ha comprometido a respetar los principios de la democracia en el seno de la UE. La coalición de los conservadores austriacos con la extrema derecha ha abierto una crisis en el seno del Partido Popular Europeo (PPE). Aunque fuentes del Gobierno dijeron que José María Aznar ha pedido la expulsión de sus correligionarios austriacos del grupo popular europeo, el PPE dijo ayer que no había recibido aún ninguna solicitud en ese sentido y que ésa no es una opción posible en estos momentos.