Los nacionalistas creen que la movilidad de los jueces no es un problema y rechazan un plan sobre su estabilidad

Nacionalistas y oposición se enzarzaron ayer en el pleno del Parlamento en torno a la situación que viven los jueces en el País Vasco. Mientras para los partidos del Gobierno, PNV y Eusko Alkartasuna, la movilidad de los jueces y magistrados que ejercen en Euskadi no se debe al clima de violencia, para la oposición los jueces abandonan la comunidad autónoma porque no disfrutan de las condiciones políticas y sociales más deseables.En este contexto, la proposición no de ley presentada por UA y PSE para que el Gobierno elabore un plan de medidas encaminadas a favorecer la estabilidad de los jueces fue rechazada con los votos de PNV y EA. "La situación está muy lejos de ser normal", se lamentó el portavoz de UA, Pablo Mosquera. "Los jueces sufren presión, inestabilidad y existe una discusión sobre la profesionalidad de determinados magistrados. ¿Se puede garantizar en estas condiciones que los ciudadanos reciben una justicia de calidad?", se preguntó.

El representante de Eusko Alkartasuna, Yon Goikoetxea, restó veracidad a la exposición de Mosquera y justificó la movilidad en que los jueces quieren estar lo más cerca posible de sus familias y, como "Euskadi es una zona deficitaria en magistrados, siempre habrá vacantes".

El parlamentario del PNV José Antonio Rubalkaba reforzó la tesis de Goikoetxea al recordar que, según los datos del Consejo General del Poder Judicial, Euskadi ocupó la séptima posición entre las comunidades que más movilidad de jueces registraron en 1999. "En Euskadi no existe un problema con la movilidad más importante de lo que pueda ser en comunidades como Cataluña, Madrid, Andalucía, Valencia o Galicia. Flaco favor hace la oposición al traer este tipo de debates al Parlamento cuando el problema no existe", insistió.

Víctor García Hidalgo, del PSE, acusó a los partidos del Gobierno de "minimizar" la dimensión de la problemática y de "negar" el origen de la movilidad. "El clima que se vive en Euskadi afecta a la libertad de los jueces, les coacciona y no pueden trabajar como quisieran", dijo. En esta misma línea se manifestó el parlamentario del PP Antonio Damborenea. "Los nacionalistas podrán cerrar los ojos, pero el problema está ahí", enfatizó.