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Londres culpa al IRA de torpedear el proceso de paz por negarse a entregar las armas

El Gobierno de Londres acusó ayer directamente al IRA de torpedear el proceso de paz en el Ulster y desató una airada respuesta de los republicanos de Irlanda del Norte que complicó la búsqueda de una solución a la crisis sobre el desarme de las organizaciones paramilitares. Peter Mandelson, el ministro británico para el Ulster, responsabilizó al IRA del estancamiento, que amenaza con poner fin al más ambicioso experimento de paz en la provincia, por su renuencia a entregar su arsenal a la comisión de desarme presidida por el canadiense John de Chastelain.

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Mandelson insistió en lo imprescindible que resulta para el proceso de paz la entrega de las armas. "El desarme es una contribución voluntaria al proceso depaz, pero también es necesario para poder avanzar", señaló el ministro británico. Gerry Adams, el líder del Sinn Fein, el frente político del IRA, reaccionó con insólita irritación a las declaraciones de Mandelson. Adams describió como "una desgracia" la declaración que el ministro formuló ante el Parlamento británico la noche del pasado jueves, en la cual culpó al IRA del actual estancamiento afirmando que la renuencia a entregar sus armas al equipo de De Chastelain ponía en estado de parálisis los esfuerzos de paz en el Ulster.

El Gobierno de Londres ha conseguido extender el plazo de desarme durante una semana. Pero las señales del campo republicano no ofrecían visos de ablandamiento.

Anoche, en Belfast, fuentes muy próximas al IRA dijeron que nada ha variado. Ni una bala, ni un fusil, ni un gramo de explosivo serán entregados a la comisión de desarme. El mensaje del IRA es simple: entregar las armas es una rendición inaceptable. El silencio de las armas del IRA constituye la mejor referencia de la voluntad republicana a seguir en el plano de las negociaciones. En suma, morir antes que entregar una sola pistola.

Adams declaró en Belfast que ningún movimiento de resistencia en el mundo puede deponer las armas sin antes obtener garantías del cumplimiento de sus aspiraciones nacionalistas. El énfasis del desarme, dijo, ha sido puesto en el campo republicano sin urgencia similar ante los grupos de paramilitares protestantes.

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Adams arremetió directamente contra Mandelson, acusándolo de utilizar eslóganes sin ver mas allá del concepto político que entraña la espinosa situación en el Ulster. Acusó al líder del Partido Unionista del Ulster (UUP) y primer ministro del Gobierno autónomo del Ulster, David Trimble, de adoptar "tácticas kamikazes".

Desastre inevitable

"No hay ninguna base legal ni nada parecido para que Mandelson ordene una revisión [del acuerdo de paz] o suspensión de las instituciones", señaló el líder del Sinn Fein, según la agencia Reuters. Adams pronosticó "un desastre inevitable" para el proyecto de paz si Dublín y Londres dan un ultimátum al IRA.

Tras una serie de consultas con el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, el jefe del Gobierno británico, Tony Blair, exigió "claridad y certeza" por parte del IRA, pero su llamamiento principal fue para los dirigentes de los diversos partidos del Ulster a fin de que contribuyan a rescatar el proceso de paz.

Mandelson utilizó el foro del Instituto de Estudios Irlandeses de Liverpool para advertir de que, de perderse esta oportunidad para la paz, no habrá esperanzas para la próxima generación. Mandelson, que ha acusado al IRA de "traicionar" el proyecto de paz, sabe muy poco de Irlanda del Norte.

Sectores republicanos acusan a Mandelson de ser un apéndice del Gobierno de Blair con notorias simpatías hacia el campo unionista. Mandelson reemplazó a la ministra Mo Mowlam, cuya vértebra ideológica ayudó a construir un acceso armonioso con todos los protagonistas políticos del Ulster.

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