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Los ecologistas se oponen a una nueva estación de esquí en la Vall Fosca

El proyecto de construcción de una nueva estación de esquí alpino en la Vall Fosca, en la comarca del Pallars Jussà, cuenta con la oposición frontal del grupo ecologista Ipcena porque a su juicio destrozaría una zona incluida en el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de la Generalitat. Los ecologistas han presentado alegaciones a ese proyecto al considerar que incumple la normativa de la Generalitat y supondrá la desaparición de especies en peligro de extinción como la perdiz blanca.La empresa Vall Fosca Interllacs, promotora de la estación, ha anunciado una inversión de 27.500 millones de pesetas para construir varias pistas de esquí en la montaña de Filià y hoteles y bloques de apartamentos con capacidad para 10.000 personas, la población que tiene actualmente toda la comarca. Con todo, la primera fase del proyecto sólo prevé la construcción de las pistas de esquí y de 2.500 plazas hoteleras. Los responsables del proyecto prevén inaugurar estos equipamientos de forma simultánea el próximo mes de diciembre.

El secretario general de Ipcena, Joan Vázquez, dijo ayer que la entidad ecologista impugnará el proyecto porque afecta a un espacio protegido considerado de gran importancia biogeográfica. Vázquez añadió que el informe de impacto ambiental presentado ante el Departamento de Medio Ambiente señala que la estación de Filià no será viable si no se permite construir cuatro de los ocho telesillas dentro del PEIN, en cuya elaboración no se previó ninguna pista de esquí en la zona.

El Ayuntamiento, favorable

Pese a admitir que la construcción de unas pistas de esquí comportará efectos negativos para el entorno, el Ayuntamiento de la Torre de Cabdella y la entidad municipal descentralizada de Espui son partidarios del proyecto porque se convertirá en motor de la recuperación económica del valle. Si se autoriza la construcción de este complejo invernal en la Vall Fosca, la comarca verá incrementar considerablemente el número de plazas hoteleras y el pequeño pueblo de Espui, situado a pie de pistas, dejará de ser un área rural y se convertirá en una ciudad, lo que a juicio de los ecologistas, ocasionará un grave impacto social y paisajístico.

Vázquez denunció la irregularidad que supone el hecho de presentar un proyecto cuando la Comisión Provincial de Urbanismo todavía no ha dado el visto bueno a las normas urbanísticas aprobadas recientemente por el Ayuntamiento de Torre de Cabdella. "Eso es una barbaridad, además de una improcedencia legal, administrativa y política", señaló el dirigente ecologista.

Los ecologistas han mostrado su preocupación por la proliferación de proyectos urbanísticos relacionados con el esquí. Por ello, la Plataforma para el Desarrollo Sostenible del Macizo de Beret, formada por grupos ecologistas y excursionistas, han solicitado al consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, una moratoria para todos los proyectos que impliquen la ampliación o construcción de pistas de esquí hasta que se haya elaborado un plan de ordenación de todo el Pirineo catalán. "No puede ser que la Administación esté a expensas de las presiones y peticiones del sector privado", dijo Vázquez.

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