FIN DEL ESPECTÁCULO
La actriz Daniela Tobar, inquilina de la polémica Casa Transparente, ha decidido abandonar el proyecto denominado Nautilius y no regresará a la que ha sido en los últimos días "su hogar" por el temor a sufrir agresiones. De este modo se ha puesto fin a un audaz proyecto artístico (Ver EL PAÍS del 27 de enero pasado) destinado a evaluar las reacciones del público que observaba cómo Daniela realizaba las labores cotidianas, incluido ducharse e ir al retrete, en una casa de vidrio instalada en pleno centro de Santiago de Chile. La iniciativa contó con una subvención del Fondo Nacional para el Desarrollo de las Artes y la Cultura por 5,9 millones de pesos (casi dos millones de pesetas). El proyecto desató una controversia tal en la opinión pública que ha terminado en los tribunales de justicia, donde ya han sido presentadas tres querellas, una de ellas por "ultraje público", que ya fue acogida a trámite.- ,
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.