PSOE e IU ultiman un pacto de contenido social que respete las exigencias del euro

PSOE e IU se intercambiaron ayer el texto programático con los acuerdos alcanzados de madrugada para un eventual Gobierno conjunto y el apoyo a la investidura de Joaquín Almunia. Se han acercado posiciones en materia de fiscalidad, política exterior y políticas sociales e institucionales y se ha asumido la necesidad de no poner en riesgo el equilibrio macroeconómico ni los compromisos derivados de la entrada en el euro. Entre los aspectos más relevantes está el compromiso de equiparar la tributación de las rentas del trabajo y del capital y el de revisar la ley electoral para perfeccionar la "proporcionalidad" entre votos y escaños.

El texto completo del acuerdo se divide en dos documentos. El primero hace referencia solemne a la importancia del pacto en sí mismo y a su utilidad para constituir "un Gobierno de progreso en España". Asimismo se establece el compromiso de apoyo a la investidura del candidato socialista en caso de obtener los escaños suficientes el 12-M. Por último, se añade que "para completar este acuerdo se llegará a la concreción electoral que asegure la eficacia parlamentaria de los votos progresistas". Esta apostilla es obligada toda vez que aún no se ha hallado una fórmula satisfactoria para traducir los votos en escaños.Unos y otros destacan la trascendencia de lo que ha ocurrido durante esta semana. Las hostilidades que han presidido las relaciones de estas dos fuerzas políticas desde 1982 se han roto. "No digo que es histórico porque eso se lo dejó al PP que todo lo que hace lo tilda de histórico, pero créanme, que lo es", dijo ayer el portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en referencia al nuevo clima que se ha creado entre las dos fuerzas políticas y que ambos aseguran que es irreversible pase lo que pase.

El segundo documento se centra ya en los aspectos que se consideran la base fundamental de una acción de Gobierno. Ambas partes han querido demostrar que ni son tan conservadores, en el caso del PSOE, ni tan radicales, en el caso de IU, toda vez que han sido capaces de ponerse de acuerdo en diez puntos programáticos que pueden satisfacer las necesidades de los más desfavorecidos sin poner en peligro equilibrios macroeconómicos y compromisos derivados de estar en el euro. Estos diez puntos afectan a Educación; Empleo; Pensiones, Sanidad y Bienestar Social; Innovación, Medio Ambiente, Política Económica y Fiscal, Política Autonómica, Política Exterior y de Seguridad y Terrorismo.

El caballo de batalla de la fiscalidad se ha resuelto al desistir IU de una subida de tres puntos de la presión fiscal. "Mantenemos la carga fiscal y de los tipos del IRPF y nos comprometemos a mejorar el tratamiento fiscal de las rentas del trabajo más bajas así como a equiparar la tributación de las rentas del trabajo y del capital", dice el texto. Habrá una "reorientación de la fiscalidad" con inclusión de nuevos impuestos, como el ecológico, y una reforma en las deducciones familiares al considerar que el actual sistema prima a los padres con rentas más altas.

Asimismo, los firmantes se comprometen a "trasladar a la sociedad los beneficios" de las privatizaciones reduciendo las tarifas de determinados servicios como es el caso de Telefónica.

No habrá imposición de la jornada de 35 horas semanales sino incentivos a las empresas para que gradualmente las vayan aceptando. También de manera gradual habrá una subida de las pensiones mínimas para que se acerquen al Salario Mínimo Interprofesional.

Los dos partidos se comprometen a "revisar" la ley electoral para perfeccionar la proporcionalidad de manera que haya una traducción más justa de votos a escaños.

Respecto a la Sanidad, ambos partidos coincidieron en la supresión de las fundaciones sanitarias de gestión privada. En Educación hubo acuerdo en la mejora de la calidad de la enseñanza pública.

No hay alusiones en contra de la OTAN sino una apuesta a favor de la política de paz y seguridad europea.

Anoche quedaban por cerrar numerosos flecos y ambas delegaciones mantenían un continuo intercambio de documentos para perfilar definitivamente el acuerdo de gobierno, que podrá ser presentado entre hoy y mañana.