Morante confía en que siga vigente la exclusiva que firmó con Diodoro Canorea
La ganadería Alcurrucén, multada por el afeitado de un toro lidiado en Granada en 1998
Morante de la Puebla espera. Aguarda y confía en que el contrato firmado con el empresario recientemente fallecido Diodoro Canorea siga su curso. "A mí me encantaría poder continuar mi carrera con Eduardo", dice Morante en referencia al hijo del que fuera gerente de la Maestranza sevillana desde 1959.Hace apenas tres semanas el mundo taurino se vio sorprendido ante la noticia de que el diestro sevillano rompía su relación con José Luis Marca para firmar un multimillonario contrato con Diodoro Canorea. El empresario le ofrecía un total de 50 corridas en plazas de primera y segunda categoría por una cantidad que Marca, el anterior apoderado, calificó de "inabordable". Pese a que en un principio se llegó a hablar de 500 millones de pesetas, el diestro lo desmintió: "Es bastante menos, pero supera con mucho la situación precedente".
Tras la muerte de Canorea, la madrugada del último jueves, todo queda en suspenso. No está aún muy claro si será el hijo del empresario fallecido o su yerno Ramón Valencia (o ambos simultáneamente) quien se encargará de la gerencia del coso sevillano, de la misma manera que se mantiene en suspenso el futuro del contrato con Morante de la Puebla. "Eduardo me dijo que quería hablar conmigo esta semana para arreglar las cosas. Yo confío en que nada cambie y, como ya he dicho, me haría mucha ilusión seguir con Canorea. En este caso el hijo". De momento, Morante ya aparece en el cartel del Domingo de Resurección en Sevilla, con Curro Romero y Enrique Ponce.
Afeitado
La Consejería de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía ha impuesto a la ganadería Alcurrucén, propiedad de los hermanos Lozano, una sanción de dos millones de pesetas y un mes de suspensión por el afeitado de uno de sus toros, informa Europa Press,
La infracción se produjo en el coso de Granada el 12 de junio de 1998 al incluir el ganadero para la lidia el toro número 120, que había sufrido manipulación articial y fraudulenta de las astas. La dirección general de Espectáculos del Gobierno andaluz abrió en su día expediente sancionador, cuya resolución ha sido notificada al ganadero.
