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El hospital Gregorio Marañón abre la primera unidad psiquiátrica de menores

Un grupo de 40 trabajadores ha criticado el modelo sanitario elegido

La creación en el hospital Gregorio Marañón, dependiente de la Comunidad de Madrid, de una unidad de psiquiatría para menores -dotada con 20 camas destinadas a adolescentes de entre 12 y 17 años con problemas de salud mental- ha desatado críticas entre una parte de los psiquiatras y psicólogos del centro.Un grupo de 40 trabajadores, la mayoría de los psiquiatras y psicólogos del área de internamiento, han firmado un escrito en el que denuncian que la nueva unidad, tal y como se ha concebido, primará las medidas de vigilancia, "tipo correcional", sobre las terapéuticas, y además propiciará la existencia de listas de espera.

Pese a las críticas, esta unidad psiquiátrica para menores es la primera de su tipo que funciona en Madrid. La Fiscalía de Menores llevaba tiempo reclamando la habilitación de camas para atender a jóvenes que, sin ser delincuentes, crean graves problemas en sus familias.

La estancia en la nueva unidad de los jóvenes será breve, un máximo de 20 días; y su objetivo es estabilizar a los adolescentes que sufren alguna crisis depresiva, necesitan tratamiento psiquiátrico urgente e incluso se tema que puedan suicidarse. La unidad ya existe, pero sus 20 camas están vacías y pendientes de inaugurar.

Fuentes sanitarias del hospital Gregorio Marañón responsabilizan a la nueva unidad, construida en un ala ocupada antes por el psiquiátrico, de haber causado ya la saturación que soporta ahora este centro, que atiende a adultos. El área de psiquiatría ha sufrido en los últimos meses una reducción de plazas, lo que, "en ocasiones", según aseguran trabajadores del centro, "está obligando a habilitar camas para pacientes en los despachos de los médicos". "El lunes pasado", según destacan algunos médicos que piden mantener el anonimato, "había seis pacientes en otros tantos despachos de médicos; y en los últimos meses han sido hospitalizados en esos despachos unos setenta pacientes por falta de camas".

Psiquiatría admite que alguna vez se han puesto camas en los despachos

En los nueve despachos de médicos de la Unidad de Psiquiatría del hospital Gregorio Marañón, alguno de ellos habilitado circunstacialmente como habitación de enfermos, no hay servicios ni baño. "Algunos familiares, al ver las condiciones en que estaban los enfermos, se los han llevado a sus casas", aseguran empleados de esa unidad.El jefe del departamento del área de psiquiatría del Marañón, Alfredo Calcedo, niega que se hayan reducido camas. Asegura que las que se han eliminado en el Gregorio Marañón se han creado "en otros centros sanitarios" más próximos a los pacientes. Admite, no obstante, que "en algún ocasión puntual" ha sido preciso ingresar a enfermos en algunos despachos de facultativos, pero que ello no se ha debido a una falta de camas sino a una conyuntural desproporción entre enfermos y enfermas. "Las habitaciones son dobles y a veces es mayor el número de pacientes de un sexo que de otro y no los podemos poner en la misma habitación, aunque la unidad es mixta", aclara.

El área de psiquiatría del Marañon ha sufrido en los últimos meses una reorganización. Sus 145 camas para enfermos mentales han quedado reducidas a 75, y a la vez se ha habilitado un ala, con otras 20 camas, para albergar la unidad de psiquiatría infanto-juvenil, tras haberse descartado antes abrir unidades de este tipo en los centros del Niño Jesús y el Clínico.

Insuficiencias

Unos 40 médicos y trabajadores del Gregorio Marañón han firmado un escrito en el que sostienen que "la insuficiencia actual

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