"Un Gobierno socialcomunista" pondría en peligro la Seguridad Social, dice Aznar

El presidente José María Aznar no quiso abandonar ayer en Davos su actual ritmo de campaña electoral. A pesar de haber acudido a pronunciar una conferencia sobre el futuro de Europa en el Foro Económico Mundial que se celebra en esa población suiza, Aznar dedicó toda su rueda de prensa a cargar contra la amenaza para la estabilidad española que supondría un "Gobierno socialcomunista", único término con el que se refirió a una posible alianza de gobierno entre el PSOE e IU. A su juicio, un Ejecutivo de socialistas e IU supondría menos empleo y un riesgo para la Seguridad Social.

Aznar señaló que cuestionar las políticas económicas seguidas por su Gobierno "pondría en peligro la creación de puestos de trabajo y con ello el horizonte de conseguir en el año 2004 el pleno empleo en España". Continuando con este razonamiento señaló que no continuar creando empleo, algo que haría un "Gobierno socialcomunista", que practicaría "políticas del pasado como subir impuestos", acabaría poniendo en peligro la Seguridad Social.En su paquete de críticas a la oposición Aznar incluyó la referencia al "afán desmesurado" del PSOE de "aliarse con cualquiera con tal de volver al Gobierno". "Es una equivocación estar cada lunes y cada martes enviando mensajes a quien sea para echar al PP del Gobierno".

Aznar no había podido dejar tampoco de referirse a las políticas del pasado en su discurso previo ante el pleno del Foro de Davos, donde destacó los logros de su Ejecutivo, como la reforma fiscal y la creación de empleo, y se presentó como artífice de la entrada de España en el euro en contraste con lo que ocurría hace tan sólo cuatro años. Aznar aseguró: "No siempre las cosas fueron así en mi país". Y ante los periodistas concretó más: "Hace cuatro años había en España un paro del 24,5% y no se cumplían ninguna de las cuatro condiciones para la entrada en el euro. Hoy España se plantea el horizonte del pleno empleo y forma parte del euro desde condiciones sustancialmente positivas".

En su discurso, muy similar al pronunciado el día anterior por el primer ministro británico, Tony Blair, el presidente del Gobierno propuso lo que llamó el "objetivo 2010" para Europa. Un ambicioso y vago programa que, según Aznar, deberá permitir en esa fecha que "la Unión Europea sea la mayor área económica de innovación, prosperidad y de más competitividad de todo el mundo". Para ello, Aznar reclamó nuevas reformas estructurales en el sistema fiscal y del "Estado del bienestar y del mercado laboral, eliminando las rigideces que llevan al desempleo". En la rueda de prensa posterior a ese discurso, Aznar no concretó en qué podría consistir esa reforma del mercado de trabajo, aunque señaló que durante los cuatro años de su Administración todos los cambios se han realizado a través del diálogo con sindicatos y empresarios, lo que ha permitido reducir el desempleo juvenil en un 50%.

Aznar con Zedillo

El "objetivo 2010" de Aznar -que llegó ayer por la tarde a Doñana para pasar el fin de semana con el presidente de México, Ernesto Zedillo- se fundamenta en tres ejes que definen un modelo económico a la norteamericana. El primero es "una mayor difusión de las nuevas tecnologías" para alcanzar el ritmo de crecimiento de EEUU. El segundo es "la modernización de los sistemas de bienestar social". Por último, "la apertura económica" y la actuación como una sola voz de la UE en la comunidad internacional.