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Entrevista:JAVIER MADRAZOCOORDINADOR DE IU EN EUSKADI

"Si EH no actúa como el Sinn Fein dilapidará todo su capital político"

El coordinador general de IU-EB, Javier Madrazo, cree que Aznar va a utilizar en campaña el tema vasco para recobrar el protagonismo perdido con la posibilidad de un acuerdo PSOE-IU.Pregunta. Parece que el PNV con su giro soberanista y su negativa a convocar Lizarra para condenar el último atentado ha optado por quemar sus naves en el viaje a la construcción nacional.

Respuesta. En Ezker Batua no estamos dispuestos a sumarnos al linchamiento generalizado contra el PNV, porque nosotros ya hemos pasado por eso. El PNV ha ido lejos, y si fuera por algunos de sus dirigentes, hubiera ido mucho más lejos. Pero no creo que hayan quemado sus naves. Han hecho una apuesta arriesgada que se ha estrellado con una propuesta de laboratorio de ETA y de HB: unas elecciones constituyentes en los seis territorios.

P. ¿La clave sigue siendo un terreno de encuentro de todos?

R. Evidentemente, la salida no va a ser la que plantean los nacionalistas. Eso sería hacer un país a su medida y dejar fuera a la mitad de los vascos. Pero la solución tampoco pasa por lo que defienden PP y PSOE: la unidad de la patria y la Constitución como algo intocable. Aspiramos a una sociedad en que todos seamos vascos a nuestra manera.

P. Para aprobar la salida de Lizarra usted se tuvo que apoyar en el sector crítico de la coalición, que exigía someter el acuerdo a la aprobación de las bases.

R. No nos apoyamos en nadie. Hemos llevado esto con gran coherencia. Durante 15 meses hemos aguantado campañas muy duras y hemos pagado un precio electoral.

P. Parte de su electorado nunca entendió su presencia en el pacto de Lizarra.

R. Nosotros nos creemos lo que firmamos allí, porque apostamos por una salida política basada en el diálogo sin exclusiones, la no violencia y el respeto a la voluntad de la sociedad. La Declaración de Lizarra sigue vigente, pero el foro ha perdido su sentido, ya que no ha condenado el atentado de Madrid, un acto que vulnera el acuerdo.

P. ¿Y por qué había que esperar al atentado, toda vez que ETA ya anunció el 3 de diciembre que volvía a las andadas?

R. Porque si nos hubiéramos salido de Lizarra en ese momento estaríamos admitiendo que ETA controlaba los pasos de ese foro. Y no habíamos pactado con ETA, sino con unos partidos, sindicatos y grupos que apostaban por las vías políticas y democráticas. El consejo ha tomado la decisión de abandonar el foro ahora, ante la falta de condena, y la militancia votará el lunes.

P. La situación en estos momentos es muy delicada, tanto para el PNV como para Ibarretxe. Su decisión de suspender el acuerdo con EH no puede perpetuarse porque le desgasta políticamente.

R. Eso es evidente. Pero lo más probable es que, si se produce un nuevo atentado y EH no se desmarca, Ibarretxe tenga que optar por buscar una alianza duradera para lo que resta de legislatura. Y el candidato natural, digamos, es el PSE. Lo que Ibarretxe tiene descartado es un adelanto de las elecciones.

P. Pero es que EH y Otegi han hablado muy claro y no parece que vayan a ir más allá.

R. Es el momento de la verdad para EH y Otegi. Comprendo las dificultades, pero es el momento de la política, de los desmarques nítidos con los actos terroristas. No hay medias tintas, y si no lo ven estarán echando por la borda su capital político. EH, a diferencia de Irlanda, no está jugando el papel del Sinn Fein. Deben acompañar su apuesta por las vías políticas y democráticas con un desmarque de la violencia. Y es una decisión suya.

P. De aquí al 12 de marzo, ¿qué se puede esperar?

R. Hay que seguir por la senda de la mesa de partidos sin exclusiones. No hay otro camino.

P. Bueno, hay quien piensa como Mayor, Aznar o Piqué que la única respuesta posible ante la vuelta de ETA es la acción policial. Y se habla ya de reactivar sumarios en la Audiencia Nacional contra su entorno político.

R. Por ese camino no habrá un proceso de paz. Para situarnos en un proceso de paz tenemos que sentarnos todos en una mesa, con voluntad y propuestas concretas. Y ese proceso de diálogo nos va a llevar tiempo. No hay que perder ni un minuto, pero tampoco hay que trabajar desde la impaciencia. La reactivación de sumarios contra ese mundo es una muestra más de la ceguera de Aznar. Volver a apretar más la tuerca sólo va a conseguir retroalimentar al mundo de la izquierda abertzale desde el discurso de victimismo.

P. ¿Y la dificultad fundamental está en la violencia de ETA o el inmovilismo del Gobierno?

R. En los dos. El problema no es tanto que Otegi proponga una mesa de paz en la que estén representado los seis territorios de Euskal Herria, sino en que ETA siga actuando. Y en el otro lado hemos podido observar en todos estos meses una responsabilidad fundamental en el PP y el PSOE por el bloqueo de esa mesa. Hay que hacerles ver que ése no es el camino. Y ahí la sociedad tiene un papel muy importante. El Pacto de Ajuria Enea surge en 1988 por la presión social, que nos tomó delantera. Ahora puede suceder algo parecido: demos protagonismo a la sociedad.

P. Pero no todos interpretan la movilización social igual. Se habla del retorno del espíritu de Ermua.

R. No, yo hablo de la iglesia, de la universidad, de los empresarios, de los sindicatos, de los grupos por la paz. Ellos apuestan por que resolvamos esto.

P. Una pancarta en la manifestación de Madrid resumía a la perfección la exigencia de la sociedad: ¿Y ahora qué, sentados a esperar otro?

R. Eso es, nos dicen: resolved esto, no sacralicéis nada. La Constitución, la unidad de la patria, no es lo central. Lo importante es la paz y la normalización. Por ahí vemos nosotros una erosión al inmovilismo. Que el PSOE se sienta incómodo. Y si los socialistas se mueven, el PP se moverá.

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